Fue un "parto" para Banfield, pero terminó de la mejor manera. Cuando parecía que llegaba a un final cabeza a cabeza, apareció Víctor López y con un "cocazo" le dio el 1-0 sobre Tigre.

Así, el conjunto bonaerense sigue arriba, con una victoria será campeón por primera vez en su historia y con un empate se asegurará la final. Deberá ir a la Bombonera, donde lo espera el golpeado Boca.

Los goles de Mauro Formica y Joaquín Boghossian no cayeron muy bien en el Florencio Sola y el público del Taladro hizo todo lo posible para que los jugadores se olviden del triunfo de Newell´s.

En los primeros 15 fue imposible, porque el once de Julio Falcioni salió nervioso y el Matador, con poco, lo arrinconó. Leandro Lázzaro y Carlos Luna se asociaron como en los viejos tiempos y si bien no tuvieron una clara-clara, avisaron con varias aproximaciones y un par de córners que complicaron a la defensa menos vencida del torneo.

A los 22, un disparo del colombiano James Rodríguez dio en el poste y ese sonido a caño levantó a la gente y al equipo. Desde esa jugada, el local fue al frente y si bien tuvo el disparo de media distancia como única alternativa y se olvido que Santiago Silva es el goleador del torneo, emparejó las acciones ante un Tigre que se quedó sin ideas.

Desde la media hora hasta el cierre de la primera mitad, Banfield fue más, Julio Barraza se transformó en un volante más y buscó el arco en un par de ocasiones. Rodríguez y Marcelo Quinteros también probaron, pero siempre encontraron bien ubicado a Daniel Islas.

Enfrente, Luna la peleó en soledad, porque Lázzaro se perdió entre los centrales albiverdes, que mostraron su habitual seguridad.

En el segundo tiempo, la historia fue similar en cuanto a los nervios, aunque Tigre dio más ventajas, que fueron aprovechadas por el local. Los muchachos de Falcioni se apoderaron del mediocampo y fue importante el ingreso de Julio Marchant. A partir de ahí, arrinconó a los de Diego Cagna -dejaría el cargo el domingo- y, con el grito de la gente de fondo fue al frente como loco.

Y en un centro, llegó el gol. López, un estandarte de la última línea batió la resistencia de Islas y el estadio fue una fiesta. No es para menos, porque Banfield está ante una chance histórica. Su público se fue del estadio con un aviso: "Vamos a ganar en la Bombonera".

Si los jugadores cumplen, el sueño de ser campeón se hará realidad. (AN)