ALLEN y CUTRAL CO (AA - ACC).- Angustia y desesperación. Esas fueron las sensaciones que sufrieron los taxistas de Allen ayer por la mañana, cuando supieron que uno de sus compañeros había desaparecido tras recoger a un pasajero. Recién después del mediodía se supo que el trabajador había sido víctima de un violento robo. Lo golpearon y lo abandonaron en medio del campo, a unos 25 kilómetros de Cutral Co.
La ciudad estuvo en vilo durante varias horas. Cerca de las 9 los taxistas comenzaron a movilizarse para hallar a Luis Uribe (25), un chofer de la empresa "Telemóvil" que circulaba a bordo de un Fiat Siena, con quien la base había perdido contacto.
"Yo lo escuché por la radio. Fue a las 8 cuando preguntó cuánto salía un pasaje desde la estación de servicios Esso de la Ruta 22 hasta la Isla Jordán. Se le dijo el importe y él señaló que iba a viajar hasta donde llegue el pasajero con 40 o 45 pesos. A través de nuestros códigos se le consultó cómo iba con el pasaje y dio señales de que iba ´más o menos´, agregando que cualquier cosa se iba a comunicar. Tomamos el tiempo y cuando vimos que no regresaba lo empezamos a llamar al teléfono, pero no contestó, el celular estaba apagado", relató a "Río Negro" Alberto Carrasco, un chofer de la misma empresa.
Ante la incertidumbre, los taxistas dieron aviso a la policía y rápidamente emprendieron un rastrillaje con sus propios móviles por la zona rural y ribereña, llegando también hasta las localidades vecinas. Pero los minutos corrían, nada se sabía de Uribe y la desesperación crecía cada vez más. Desde la secretaría de Gobierno del municipio se puso a disposición un avión del Aeroclub para reforzar la búsqueda.
A punto de despegar el avión, una noticia revolucionó a los taxistas de la ciudad, que se encontraban en la plaza San Martín definiendo cómo seguir el rastreo. "¡Lo encontraron!", gritó uno de ellos y a toda velocidad marcharon hasta la base, ubicada en pleno centro de Allen. Allí se confirmó la información: Uribe estaba a salvo, cerca de Cutral Co.
Según se pudo saber, fue un sujeto armado de unos 30 años de edad quien obligó a Uribe a viajar hasta la comarca petrolera. En la entrada de un yacimiento, en la zona de Challacó, el delincuente golpeó a la víctima despojándola de la recaudación, la vestimenta, los equipos de radio y otros objetos personales. Luego huyó con rumbo desconocido, presumiblemente a pie.
Poco después Uribe llegó a bordo del taxi y en ropa interior hasta el puesto de vigilancia de la empresa Sapesa para pedir ayuda. Fue trasladado al hospital de Plaza Huincul, en donde recibió atención médica ya que presentaba una contusión en la cabeza y se encontraba en un profundo shock emocional.
