CENTENARIO (ACE).- El gabinete del intendente Javier Bertoldi salió custodiado por la policía de la municipalidad ayer para evitar que los manifestantes frente a la comuna los golpearan. Hubo escaramuzas, insultos y golpes de puños que no dieron en el blanco; en tanto parte del frente de la comuna fue averiado por la intensa quemazón de neumáticos que se produjo en la vereda y escalinatas de la comuna.
Los incidentes se produjeron a dos meses del inicio del conflicto con los municipales, que tomaron el corralón en demanda de un 20 % de aumento al básico. Los ánimos se crisparon esta semana, cuando los agentes casi no percibieron haberes debido a que se les descontó todos los días de paro. Bertoldi reveló que inició una causa penal por las denuncias de muerte que recibió de ocho empleados el lunes, cuando se retiró del municipio y el auto oficial al que se subió fue abollado a golpes y patadas. La policía debió lanzar gases para descomprimir a los municipales que se habían abalanzado sobre la custodia policial del jefe comunal.
"La única que nos queda es que esta gente recapacite; pero es difícil, porque son violentos y lo menos que quieren es hablar del tema salarial: sacan panfletos en los que piden que renuncie al gobierno municipal así es que ese es su único objetivo, lo único que les interesa", dijo ayer Bertoldi quien se entrevistó en Neuquén con el ministro Jorge Tobares y la ministra Felipa Ruiz.
En Centenario, los municipales marcharon alrededor de las 10 convocados por los ex agentes municipales y los municipales jubilados que pedían que el Deliberante haga una sesión especial que genere el marco jurídico que permita una salida al conflicto.
Pero al término de la marcha se quemaron cubiertas en gran cantidad en las escalinatas, costados y vereda del municipio; con llamas que superaron el metro y medio de alto y deterioraron las copas de los arboles frontales de la comuna e hicieron estallar una ventana que se iba a incendiar.
Ante la advertencia de algunos exaltados, gran parte del personal se retiró del palacio.
"Si la fiscalía lo ordena, le diremos a los bomberos que apaguen las cubiertas", dijo ayer el subsecretario de Seguridad de la provincia, Guillermo Pellini, que llegó al palacio municipal a las 12, cuando ardían las pilas de cubiertas en las puertas del edificio.
Los tres árboles del frente de la comuna resultaron quemados, una ventana lateral fue averiada fuego y estalló y un comisario debió salir con un matafuegos para apagar las llamas que llegaban peligrosamente al nicho de gas, en tanto las cubiertas se terminaron de consumir solas luego de un par de horas mientras a una cuadra y media del lugar los bomberos permanecían observando el panorama, aparentemente esperando la orden de actuar, ya que Pellini insistió ante los micrófonos de los medios que los bomberos iban a actuar "si lo considera la fiscalía o el juez" de turno.
A las 14, el presidente del Deliberante, Oscar Nahuel, los secretarios del gabinete de Bertoldi, funcionarios de segunda y tercera línea que permanecían en el interior del municipio salieron custodiados por personal especializado de la policía (Despo). Hubo escaramuzas, corridas, una mujer cayó y se golpeó en la huida y hubo empleados de carrera que fueron alcanzados por los puños de algunos manifestantes.
Según dijo Bertoldi se hizo el operativo así porque el lunes cuando él se retiró de la comuna recibió amenazas de muerte y el auto de la comuna resultó abollado a puñetazos y golpes. "Me dijeron que me iban a matar, eran unas siete u ocho personas que denuncié con nombre y apellido. Patearon el auto y tiraron de la puerta", describió.
Aseguró que "seguiremos abriendo el municipio, pediremos a las autoridades que se hagan cargo de la seguridad y que cumplan tanto las autoridades municipales como la Justicia", dijo Bertoldi.
