Acá, la adrenalina que se genera puede tardar varias horas en disiparse. Justamente algunos minutos antes de la llegada de los periodistas la ambulancia del hospital tuvo que recurrir a un hecho en la zona de Stefenelli. La misma gravedad obligó a preparar todo el operativo para esperar al paciente.

"Apenas recibimos la comunicación intentamos conocer detalles para saber a lo que tenemos que enfrentarnos", comenta una de las enfermeras. El accidente había sido entre una moto y un vehículo. El resultado; un joven con una triple fractura.

Lo asistieron en el lugar pero como pago recibieron un rosario de insultos por parte del lesionado. El herido estaba alcoholizado lo que no resulta un dato menor a la hora de atender una emergencia.

"Afuera te puede pasar de todo". Nadie se anima a contradecir la afirmación que parte de Alejandra Rolla, una de las enfermeras con más de tres décadas en el hospital público. Con sus 54 años tiene una energía envidiable y una memoria prodigiosa. Si de historia de casos de emergencia se trata, puede contar hasta con detalles la noche que fue a asesinado el policía Huinca Hernández o hasta el accidente de Belén Marihuán. (Ver recuadro)

Ningún caso es igual al otro, pero todos guardan similitudes. Pequeñas anécdotas difíciles de olvidar.

Una noche, cuenta Alejandra, hace ya algunos años, los convocaron desde barrio Nuevo. Cuando la ambulancia llegó se encontraron con dos sujetos heridos. Como suele suceder -por los mismos códigos que se manejan- se comenzó con la atención del que se encontraba "más grave".

Pero en un momento llegó uno de los integrantes del otro bando, y a punta de pistola la obligó a ella y a una médica a prestar atención al otro individuo.

"No es difícil encontrarse con que la policía te haga una zona liberada. Allí nos quedamos solos", comenta Alejandra, como para graficar el estado de indefensión en el cual pueden encontrarse en medio de la noche.