Lunes 07 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
El divorcio más doloroso para Macri
Su pelea con el cardenal Jorge Bergoglio por el matrimonio gay amenaza la cohesión de su fuerza política. La cúpula eclesiástica rechazó ubicar a un funcionario afín en Educación.

BUENOS AIRES (ABA).- Hay divorcios y divorcios. De eso también tiene experiencia el actual jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien debió atravesar uno en su vida privada muy costoso y complicado. Sin embargo, el que le puede salir peor para su carrera política es el acontecido el 24 de noviembre último, en una reunión calificada, por los presentes, como muy áspera.

Fueron 20 minutos, en los cuales debió escuchar en la sede de la curia las duras críticas de monseñor Jorge Bergoglio, indignado por la flexibilidad que mostró Macri ante la posibilidad de legitimar el matrimonio gay, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Hasta esa instancia había llegado por súplicas de sus aliados cercanos a la curia, como su ex vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, el jefe de bancada de bloque de diputados nacionales PRO, Federico Pinedo, y Santiago De Estrada, actualmente en la Auditoria de la Ciudad.

Según cuentan testigos presenciales, la réplica de Bergoglio a Macri por no haber apelado el fallo, que en principio permitía el casamiento entre homosexuales (después quedó en suspenso por otro fallo a nivel nacional), fue fulminante. Hacía rato, que el número uno de la Iglesia argentina no salía de su conocida parsimonia y prolongados silencios para expresar sus ideas y valores con llamativa dureza.

"Mal augurio"

El momento de mayor tensión, fue cuando el arzobispo le recordó el mal paso que habría dado el ex Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, al salir a respaldar una muestra del artista plástico León Ferrari, que había sido considerada agraviante para la Corporación de Abogados Católicos, casualmente el mismo sector que interpuso ahora un recurso de amparo contra el casamiento gay.

La tensa reunión terminó con una declaración de Macri justificando su postura aperturista y un duro comunicado del arzobispo de Buenos Aires en el que acusó al jefe de Gobierno de faltar "gravemente a su deber de custodio de la ley".

La presión ejercida por el sector macrista pro-Iglesia no surgió efecto y para colmo llevó a un punto de ruptura la relación de Macri con Bergoglio, en un momento en que la administración porteña está seriamente cuestionada por el caso del espía James.

Santiago De Estrada, llamado "El Obispo", manifestó en privado su desazón por el camino adoptado por Macri, y hay quienes aseguran que se podría producir un fuerte internismo dentro de la fuerza que reactivaría una masa critica a la gestión de Mauricio.

Inútiles fueron los intentos de un grupo componedor, que trató de acercar una terna de nombres a Bergoglio para suceder al actual ministro de Educación porteño , Mariano Narodosky, quien deberá irse antes de fin de año por el escándalo del espionaje.

Proyecto nacional golpeado

En la comitiva nacional que visitó el Vaticano con motivo del aniversario del acuerdo del Beagle con Chile, tuvo un fuerte rebote de la pelea entre Macri y Bergoglio. Los funcionarios de cancillería, que tuvieron reuniones a solas con los colaboradores del papa Benedicto XVI, escucharon un rosario de preocupaciones por el debate del matrimonio gay. Se escuchó decir que el obispo argentino tendrá que dar muchas explicaciones en su próximo viaje a Roma y que por ende, su posible futura postulación al papado quedaría debilitada.

El consultor Jaime Durán Barba insiste en que Macri tiene vivo su proyecto presidencial, pero dentro del enclave opositor de centro derecha ya nadie le cree. Le adjudican al ecuatoriano una mala estrategia, al elevarlo a candidato a presidente al ex conductor de Boca antes de prestar debida atención a la gestión municipal.

El tridente que conformó en la campaña con Francisco de Narváez y Felipe Solá está prácticamente disuelto por desavenencias personales. En el caso del "Colorado" su mirada está puesta en una alianza con el cobismo. Mientras que Solá no le perdona el poco apoyo que tuvo su figura en la última campaña.

El peronismo, que siempre huele el poder, ha resucitado la idea de un Carlos Reutemann candidato 2011 y si no esperar un turno con dedicada paciencia. Para un kirchnerismo en aparente retirada no es una buena noticia que Macri esté fuera de la pelea. En él siempre vieron al "enemigo perfecto".

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