Lunes 07 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 33 > Cultura y Espectaculos
Confesiones de Vargas Llosa
Antes de presentar "La libertad y la palabra" habló sobre su infancia.

GUADALAJARA, México (AP).- En la presentación oficial de su mas reciente libro "La libertad y la palabra´´, el escritor peruano Mario Vargas Llosa resumió las revelaciones sobre aquello que le hizo amar la literatura y algunas de las vivencias que lo marcaron tanto que luego convirtió en algunos de sus mas famosos libros.

"Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado... me cambió la vida extraordinariamente".

Sobre la literatura que lo marcó cuando era un niño: "Las revistas infantiles de antes estaban escritas y no diseñadas... Eran para leer, no para mirar´´. "Desde que era un niño la literatura siempre se acercó a lo prohibido... Mi madre me prohibió terminantemente leer "20 poemas de amor y una canción desesperada´´ de Pablo Neruda, eso hizo que ese libro tuviera un atractivo irresistible para mí... Lo leía a escondidas... me lo aprendí de memoria... Aunque no entendía algunos de aquellos versos sentía que ahí estaba la razón de su prohibición´´.

Sobre su infancia "tierna´´ en Cochabamba: "Yo realmente creía que a los niños los traía la cigüeña desde una ciudad maravillosa llamada París... Tuve una infancia muy feliz... Crecí en una familia que me consentía... Mi madre hizo de mí seguramente un malcriado, engreído y caprichoso´´.

A los 10 años, su mamá le dijo que su padre, a cuya foto le rezaba, no estaba muerto: "Todavía no me he recuperado de eso que pasó hace ya más de 60 y pico de años´´. Al conocerlo, el mismo día de la gran revelación que le hizo su madre: "Ese señor que era mi papá tenia una voz dura, autoritaria, que no le había escuchado a nadie... ahí acabó mi infancia´´.

Al comenzar a vivir con su padre y su madre, quienes se reconciliaron y se escaparon a vivir nuevamente juntos: "Ahí descubrí lo que era la soledad... descubrí además lo que era el miedo y mas que el miedo lo que era el terror verdadero´´. "La primera vez que me pegó alguien, fue mi padre.... Le debo el rechazo profundo a la autoridad impuesta por la fuerza, la violencia y mi amor por la libertad... La literatura se convirtió en un refugio maravilloso. Ya no era para entretenimiento o una forma de vivir aventuras extraordinarias, era un refugio para la soledad , para perder el miedo´´.

Cuando su padre descubrió que escribía, "le causó un verdadero espanto... La poesía le parecía poco viril... el potencial de un futuro bohemio o marica le sacaba de sus casillas... Me prohibió escribir... y fue una maravilla, una manera de resistir a esa odiada y odiosa autoridad, algo que podía ofenderlo... Escribir era una manera de resistir´´.

Durante su paso por la Universidad de San Marcos militó en lo que era el equivalente al Partido Comunista: "me sentía revolucionario... ese año de militancia fue importante, no por lo que hacíamos... (sino) por la clandestinidad... era una vida excitante´´.

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