| Los talleres Aprender para Emprender (Aprem) tuvieron un cierre el domingo con una multitud en la plaza San Martín, con las emprendedoras exhibiendo el resultado de un año de trabajo en tallado en maderas, tejido, corte y confección, pintura, macramé, flores secas, peluquería, informática, cocina y repostería y demás, y cientos y cientos de cipoleños recorriendo, admirando, adquiriendo, degustando y compartiendo gratas horas con las creadoras de algunas verdaderas obritas de arte, todo matizado por la actuación de la Banda de Música Municipal. Mabel Dotzel es la coordinadora de estos talleres, que giran en la órbita de los planes de trabajo y creaciones del municipio en los barrios y que reciben materiales, insumos y herramientas, y son gratuitos. En la parte central del paseo se montó una gran estructura de lona donde se ubicaron las emprendedoras que pusieron a la vista de todos -y al gusto, porque los olores y sabores eran fascinantes- una inimaginable variedad de artesanías culinarias. Los talleres nuclean a unas 700 emprendedoras y activan en los centros comunitarios (CC) de los barrios Don Bosco, Piedrabuena, Anai Mapu, Curri Lamuel, Santa Clara y Michi Michi; en los Centros Integradores Comunitarios (CIC) de Pichi Nahuel, Costa Norte y Sur, Puente Madera, Puente 83, Calle Ciega y La Paz; en Cuatro Esquinas (famialia Teresa Peña), en la capillla Virgen de Guadalupe de María Elvira; en las 1.224 Viviendas, en Santa Elena y en la Biblioteca Fernando Jara del barrio 300 Viviendas. Entre las talleristas están Alicia Querci, Irma Leiva, Griselda Pierucci, Anita Camargo, Verónica Ulloa, Laura Merlo, Marta Goncalvez, Delia Garcés, Fabiana Palma, Nélida Ondrasek, Margarita Ossés, Rosita Corradini, Mónica Spinachi, Ana Dartwing, Karina Maldonado, Carmen Cáceres, Jorge Vicencio, con la secretaría a cargo de Mariana De La Cal. Como hacía mucho tiempo la plaza fue un hormiguero. Y la gente, pasadas las 20.30, premió con un gran aplauso que se extendió como un reguero de reconocimiento y afecto a mujeres de los barrios y de la chacras, de todas las edades, algunas peinando orgullosas canas acompañadas de hijas y nietas, mostrando a los pobladores el fruto de tanto esfuerzo. La obra de Aprem es un ejemplo de lo que se puede hacer cuando los vecinos y su gobierno trabajan juntos, con firmeza y mucho amor, dijo Mabel Rigoni, la responsable de Acción Social del municipio. Y en verdad, la gente le puso una alta nota, con su presencia y su afecto, a esta planificación. Agencia Cipolletti y Redacción On Line
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