El viejo rey de copas llegaba a la casa del monarca moderno a la búsqueda de los tres puntos que lo acercaran a la Libertadores. Y lo logró.
En un partido intenso y con emociones hasta el final, Independiente venció 2-1 a Boca en La Bombonera y aún sueña con jugar la Copa de 2010. Claro que no todo depende del Diablo: si hoy gana Newell´s, se quedará afuera.
La cuestión del manejo del juego xeneize se resolvió con Federico Insúa en la conducción y con Nicolás Gaitán por las bandas, sobre todo la derecha. También Independiente eligió la derecha para su ofensiva, a partir de Walter Busse y un Martín Gómez bien abierto.
El primer tiempo fue golpe por golpe. A los tres minutos, Roberto Abbondanzieri le sacó un gran cabezazo a Andrés Silvera. A los cinco, Lucas Viatri se anticipó a Carlos Matheu en el primer palo, pero su definición se fue afuera.
A los 13, un desborde de Gaitán por derecha terminó con un centro que superó a Martín Palermo en el corazón del área y que Viatri mandó arriba. La respuesta fue un remate fuerte y bajo de Busse.
Pasados los 20, el Pato vuelve a lucirse sacándole un cabezazo de gol a Federico Mancuello y la la réplica boquense fue con un gran cabezazo de Palermo que dio en el ángulo izquierdo.
Al cuarto de hora llegó el gol del Rojo, a pesar de que Boca era más agresivo. Es que la zaga de local se encargó de facilitarle el trabajo al ataque visitante: Gómez envió un gran centro desde la derecha, Gabriel Paletta se durmió en la marca y Silvera apareció por detrás para vencer al Pato.
Con la ventaja de su lado, el ritmo inicial se atenuó porque Independiente dejó de acosar a Abbondazieri y porque Boca sintió el golpe, aunque Gaitán -lejos lo mejor de Boca- siguió abriendo surcos con su gambeta corta por la franja derecha.
El ingreso de Pablo Mouche por Viatri en el inicio del segundo tiempo fue clave para el empate de Boca. Un desborde suyo por izquierda terminó con el gol de Nico Gaitán, a los 10 minutos.
La respuesta de Independiente fue inmediata: apurado, Krupoviesa casi convierte en contra y Tuzzio mandó afuera un fortísimo remate. Dos minutos después, se lo perdía Palermo. A partir del minuto 20, Boca se instaló en el campo rojo y acosó el arco de Gabbarini, pero siempre estuvo desenfocado, sobre todo Palermo.
A los 27, Mouche reventó el palo derecho del arco de Independiente, ya reclinado sobre su propia valla. Era lo mejor que le podía pasar a la defensa de Boca, porque cuando se decidió a atacar de nuevo, lo ganó.
A los 37, Patito le dio un gran susto al Pato: Rodríguez, que había ingresado por Gandín, mandó al palo izquierdo, un suave remate que Abbondanzieri vio pasar. Y a los 42, Piatti se filtró en la zaga xeneize y convirtió el segundo tanto.
