NUEVA YORK (DPA).- Viéndole en el escenario podría pasar por un vagabundo: mal afeitado, con chaqueta vieja o un sombrero abollado que le tapa parte del rostro. El cantante de culto estadounidense Tom Waits aún mantiene la imagen del estrafalario marginado, aun cuando hace tiempo figura entre las mentes más sobresalientes e innovadoras de la historia de la música moderna.
El lunes (7 de diciembre) la reservada estrella cumple 60 años y quiere levantar el menor revuelo posible en torno a su persona. "El público es un animal salvaje, es mejor no alimentarlo demasiado bien", fue siempre su lema.
Desde su disco debut "Closing Time" (1973) hasta su recientemente aparecido álbum en vivo "Glitter and Doom", con fragmentos de su gira europea de 2008, Waits viene fascinando a sus fans con sus canciones enigmáticas y sombrías durante casi cuatro décadas.
En sus composiciones habla de los perdedores y desamparados de la sociedad estadounidense, de la violencia, la borrachera y la depresión. A pesar de todos los cambios estilísticos y experimentos, su voz se mantuvo siempre inconfundible: grave, áspera y ronca.