VIEDMA (AV)- El Consejo de la Magistratura designó como fiscal general del Ministerio Público, con el máximo del puntaje previsto para la calificación de las entrevistas personales, al ex juez del STJ, Edgar Echarren. El sistema de puntuación por moción y no por promedio le otorgó al actual defensor del legislador Daniel Sartor la posibilidad de alcanzar los 40 puntos y superar a su oponente, Carlos López, a pesar de la baja calificación otorgada por quien será su superior jerárquico, la procuradora general, Liliana Piccinini.
En la misma sesión, el Consejo designó a Rita Coustet -abogada del Ministerio de Gobierno- como defensora general, a Eduardo Rosso -actual subadministrador del Poder Judicial- como secretario de la Superintendencia del Ministerio Público y a Rosana Calvetti como titular del Juzgado Civil N° 3, en reemplazo de Alejandro Moldes.
De la controvertida reunión, que terminó cerca de las 2 de ayer, participaron los tres consejeros del Colegio de Abogados -encabezados por el titular del departamento jurídico de la Dirección Provincial de Rentas, Fernando Ruiz-, los legisladores oficialistas Adrián Casadei y Adrián Torres, la procuradora Piccinini -que fue reemplazada por el camarista Juan Pablo Videla al momento de designar a Calvetti- y el presidente, Luis Lutz. El legislador por la oposición, Martín Soria, se retiró del encuentro denunciando que existía una "burda maniobra" para nombrar a funcionarios judiciales vinculados al gobierno y anticipó las cuatro designaciones que luego se concretaron.
Ayer todavía no había sido elaborada el acta definitiva, que podrá sumar fundamentaciones por escrito de los consejeros acerca de sus diferentes posturas. No obstante, este medio fue testigo del duro debate que generó la pretensión de los abogados -acompañados por los legisladores oficialistas- de que el sistema de votación individual, con promedio de los puntajes, se reemplazara por la moción de calificaciones refrendadas luego por el voto de la mayoría.
En las deliberaciones, que no fueron públicas, hubo relativos acuerdos en los casos de Coustet, Rosso y Calvetti. Sin embargo, trascendió que al decidir sobre la designación de Echarren los votos fueron muy dispares, entre los abogados y legisladores que votaron el máximo y la procuradora, que habría propuesto poco más de la mitad del puntaje posible. En cambio, para López los legisladores impulsaron una cifra muy baja, los abogados una un poco más alta y la procuradora el máximo. Echarren se impuso con 40 puntos, la mayor cifra prevista para el entrevista particular.
Durante su exposición, Echarren destacó su larga trayectoria de medio siglo en distintos roles del Estado. A sus 72 años dijo haber transitado por el Poder Judicial, el legislativo y el Ejecutivo, haber trabajado en el ámbito privado y conocer en profundidad el funcionamiento del Estado y sus instituciones. Planteó como un desafío personal su interés de ocupar el cargo en disputa.
Sin embargo, frente a las preguntas de la procuradora, Echarren evidenció vaguedades en sus respuestas, pretendió eludir algunas preguntas y hasta mantuvo silencio frente a determinados cuestionamientos. Desconoció, por ejemplo, un trascendente fallo del STJ -cuando él mismo lo integraba-, denominado "Franco contra Costanzo" que sentó jurisprudencia, referido a la inmunidad procesal por fueros, que establece que sólo se necesita el desafuero para la detención. Luego se negó a reconocer que el juez Carlos Reussi lo citó recientemente a brindar declaración explicativa en una causa penal que lo tiene como sospechado, amparándose justamente en fueros que los asistirían por ser conjuez.
Mostró dudas en relación a fallos de la Corte Suprema sobre casos rionegrinos, también sobre doctrina del Ministerio Público y sobre los propios instructivos emitidos desde la Procuración. No obstante, recibió el máximo puntaje y será el fiscal general.
