SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El tránsito en las calles céntricas de Bariloche se transformó en el último tiempo en un verdadero calvario para los automovilistas, los peatones y también para los inspectores, que reconocen su impotencia para hacer cumplir las normas.
El municipio eliminó hace varios meses el estacionamiento medido y no hay proyecto firme para restituirlo. Conseguir un lugar libre es casi una misión imposible, lo cual potencia el mal humor de los conductores y traba aun más la circulación debido a la cantidad enorme de vehículos que congestionan las calles en largas búsquedas de algún espacio donde aparcar.
En la mañana de ayer, por ejemplo, una guía de turismo increpó a dos inspectoras de tránsito en Mitre al 400 porque no podía estacionar con un micro en el espacio delimitado para el ascenso y descenso de turistas. Aun con su cordón pintado de amarillo y la cartelería que corresponde, varios autos habían usurpado el lugar y no había manera de removerlos.
Los enojos y discusiones se repiten al diario en todo el microcentro, donde en las horas pico los autos en infracción y las "doble fila" son parte del paisaje.
A los escasos controles hay que agregar la ausencia de una grúa para secuestrar los vehículos en infracción. En realidad la grúa "donada" por la empresa Altec al municipio se hace ver desde hace varios días por el centro de la ciudad, pero no levanta ningún auto porque "le faltan repuestos" para poner en condiciones el aparejo.
Una inspectora aseguró que la decisión fue hacerla circular igual para "disuadir" a quienes estacionan en cualquier lado. Pero está visto que la curiosa estrategia no dio resultado alguno.
Para agravar las cosas, son cada vez más los particulares que pintan su cordón de amarillo y colocan conos sin autorización del municipio para asegurarse "de prepo" su propia reserva de estacionamiento.
En realidad, el método de adjudicación de espacios reservados no es para nada claro. El actual director de Gobierno, Carlos Aristegui, y el director de Tránsito, José Alonso, han firmado varios permisos, a partir de una resolución del intendente Marcelo Cascón que los habilitó a tal fin.
Pero el asesor letrado del municipio, Sergio Dustchmann, consideró que no correspondía y que en principio las reservas de estacionamiento deben estar firmadas por el intendente. y contar además con el cartel que explicite en cada caso la norma que la autoriza.
El organigrama político en vigencia no prevé entre las funciones del director de Tránsito la concesión de espacios reservados. Tampoco para el director de Gobierno.
El caos de tránsito no está limitado al centro de Bariloche, ya que en los barrios de la periferia también hay muchos puntos críticos.
El fastidio también alcanza a los turistas. Sergio Fretes, vecino del porteño barrio de Caballito, escribió esta semana una carta a los medios locales en los que enumera los contratiempos que pudo experimentar "en carne propia".
