Viernes 04 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
"Saqué el cuchillo para defenderme"
Lo dijo el hombre acusado de matar a su vecino en 2008. El crimen ocurrió en el paraje Butalón Norte.

ZAPALA (AZ).- El criancero Juvenal Parada reconoció ayer ante los jueces de la Cámara Criminal de Zapala que apuñaló a su vecino, José Miguel Garrido, el 3 de mayo de 2008, aunque aseguró que lo hizo para defenderse ante una supuesta agresión. "Se me fue arriba y yo saqué el cuchillo para defenderme", declaró.

El juicio por el crimen ocurrido en el paraje Butalón Norte, ubicado a unos siete kilómetros de Las Ovejas, se inició este jueves con el aporte que realizaron varios testigos presenciales. Uno de ellos, José Ángel Garrido, hermano de la víctima, comprometió a Parada.

El fiscal Héctor Trova calificó al hecho como "homicidio simple" pero la querella, a cargo de los abogados Daniel Echeverría y Carlos Bustos, opinó que se trata de un "homicidio agravado por la participación de más de dos personas y por la intervención de un menor al momento de cometerse el crimen".

"Fuimos con mi hijo para hablar, porque ellos estaban ocupando un campo que yo había comprado", explicó Parada, cuya defensa es ejercida por el letrado oficial Miguel Manso. La discusión no había subido de tono hasta que en un momento el hijo de Parada insultó a los Garrido. "A mi no vas a decir boludo", afirmó que le replicó José Miguel, al tiempo que le asestó un golpe de puño al muchacho.

En ese momento, Juvenal Parada extrajo de entre sus ropas un cuchillo y, según la imputación, le aplicó una certera puñalada que le provocó un shock hipovolémico y la muerte, pocas horas después. "Él sabía que el campo era nuestro; no teníamos armas pero igual le ensartó el cuchillo por atrás", declaró José Ángel Garrido ante los camaristas Oscar Rodeiro, Liliana Deiub y Oscar Domínguez.

Este testigo aportó otro dato relevante, ya que mencionó que un nieto de Parada que permanecía "oculto" presenciando el enfrentamiento "les disparó con una escopeta". "Menos mal que estaba un poco lejos porque si no hubiera matado a varios", afirmó, al tiempo que presentó como prueba los ocho perdigones que le extrajeron del cuerpo. "Recién dejó de tirar cuando llegó la policía y le dieron la voz de alto" agregó.

El comienzo del debate se vio demorado por una cuestión preliminar planteada por el defensor, quien planteó la nulidad de la autopsia practicada sobre el cuerpo de Garrido, ya que el acusado no tuvo la posibilidad de nombrar un perito de parte. Luego de un cuarto intermedio, los jueces resolvieron rechazar el planteo y seguir adelante con el proceso.

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