Viernes 04 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 48 > Contratapa
El tardío adiós a Víctor Jara
Hoy, 36 años después, podrán despedir al artista. Fue asesinado por el régimen de Pinochet en 1973.

SANTIAGO DE CHILE (AP).- "Estoy temiendo todo lo que viene ahora". Joan Jara, viuda del cantor popular Víctor Jara, encabezará mañana un funeral público luego que una autopsia corroboró que su esposo fue torturado y acribillado por los militares después de ser capturado en 1973.

Cuando Jara fue sepultado en la clandestinidad, su esposa, la inglesa Joan Turner, sólo estuvo acompañada por dos personas que la ayudaron a arrastrar el ataúd sobre un carro metálico.

"Yo sé que hay mucha gente que quiere despedir a Víctor, va a ser una cosa muy pública y yo soy una persona privada´´, dijo Joan, una anciana de 82 años, de rasgos tiernos, cara dulce y una melena absolutamente cana quien en su juventud fue bailarina de ballet.

Hace 36 años, Joan sacó a escondidas del instituto forense el cadáver de Jara, donde yacía junto a centenares de víctimas de la violencia de los militares dirigidos por el general Augusto Pinochet, quien se hizo del poder por 16 años y medio, tras derrocar al presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

Víctor Jara -asesinado días después del golpe militar y poco antes de cumplir 41 años- estuvo 36 años en un nicho en el lado norte del Cementerio General. Desde hoy, sus restos quedarán sepultados en tierra, muy cerca de su anterior tumba.

Fue exhumado en junio y a fines de noviembre el juez que investiga su asesinato, Juan Fuentes Belmar, confirmó a la familia que Víctor fue torturado "con un objeto contundente", antes de morir acribillado por más de 30 proyectiles. Antes de morir, fue prisionero junto a otras 5.000 personas en el Estadio Chile, el primer campo de detenidos políticos de la naciente dictadura de Pinochet.

Esta semana, sus restos ingresaron a un enorme galpón de la Fundación Víctor Jara, que permanecerá con sus puertas abiertas hasta mañana, para que sus seguidores puedan despedirse de él.

Joan encabezaba la guardia de honor que rodeaba el ataúd de Víctor Jara -el mismo que contuvo sus restos por 36 años- cubierto en su parte inferior con una manta campesina negra. Cuando se abrieron las puertas del galpón ayer, decenas de personas se avalanzaron a su interior hasta llegar al ataúd. Mañana el ataúd será conducido a pie en una romería de unas 35 cuadras de vuelta al Cementerio General, pero esta vez muy acompañado.

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