SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un empleado policial que cumple funciones en Ingeniero Jacobacci denunció por un presunto intento de "exacciones ilegales" a las autoridades de la subcomisaría de Comallo. En la misma denuncia habría consignado otras irregularidades y desmanejos en toda la jurisdicción de esa unidad. Según se indicó, habría testigos en la institución que tendrían en su poder pruebas que confirmarían las graves acusaciones. La denuncia fue recibida por el agente fiscal Marcos Burgos, quien no brindó detalles sobre las características de los delitos adjudicados, pero admitió que ya promovió la acción penal en la causa, que desde el pasado 20 de noviembre investiga el juez de instrucción de Bariloche Miguel Ángel Gaimaro Pozzi.
El hecho central que dio origen a la denuncia se habría producido en la primera quincena de agosto de 2009, ocasión en que fue prevenido en la vía pública un menor de edad que conducía un automóvil por la localidad, a quien se le secuestró el vehículo por presentar irregularidades en su documentación. Un suboficial en actividad habría escuchado la conversación donde supuestamente le solicitaban dinero al policía propietario del auto, y prestó su testimonio ante la Fiscalía.
Otras irregularidades que estarían ocurriendo en la unidad policial de Comallo pasan, según la presentación judicial, por el manejo del combustible y los vehículos de la institución, la supuesta utilización de los patrulleros para tareas ajenas a la actividad policial y el manejo poco claro del personal y los recursos.
Accidente "tapado"
Uno de los episodios denunciados está referido al accidente que protagonizó un sargento de Comallo cuando conducía la motocicleta policial de la unidad. El uniformado, cumpliendo un acto de servicio, hace dos meses, sufrió una caída y una fractura expuesta de clavícula, pero no habrían denunciado el accidente para no revelar que el herido no habría tenido autorización para conducir la moto. Tampoco se habría iniciado un sumario interno para justificar los destrozos que sufrió el rodado.
Comallo está situado a 120 kilómetros de Bariloche, sobre la Ruta 23 y en plena estepa rionegrina; tiene unos 1.300 habitantes en el casco urbano y otros tantos en los poblados y parajes de su jurisdicción. No es un destino que los oficiales y jefes policiales suelan elegir en forma voluntaria y se presume que quienes prestan servicios en esas jerarquías cumplen allí algún "castigo encubierto".