Cuando uno cree que todo está perdido, que los valores humanos han desaparecido o que vivimos en un mundo cada vez más competitivo e individualista, de repente ocurren hechos que lo sacuden y lo hacen recapacitar: ¡no, señores, no todo está perdido, hay mucha gente que pone el alma y el corazón en lo que hace!
Un ejemplo de ello es el excelente y desinteresado trabajo de los bomberos voluntarios de nuestra ciudad, el que pudimos ver muy de cerca cuando el 8 de noviembre y por obra de un inconsciente y desconocido se dio inicio a un incendio en una hectárea de frutales secos, yuyos y arboleda que en medio de las fuertes ráfagas de viento puso en peligro las casas aledañas.
Allí, y por espacio de cuatro o cinco horas, estos valientes hombres y mujeres trabajaron peleando contra el fuego sin importar si era domingo, hora de siesta o momento de paseo familiar.
Para ellos va mi profundo agradecimiento y el de toda mi familia.
Teresa Carmen Cerutti
DNI 3.221.926
Roca