En momentos en que se reflexiona si existe una o son varias "clases medias" y sobre su pensamiento y su rol político, la consultora Ibarómetro descubrió mediante una encuesta que la clase media porteña parece haber cambiado ciertas formas de pensar, tanto en el plano cultural como en el económico, el político y el ideológico.
De esta manera, la histórica identificación con una Argentina agropecuaria deja lugar a una Argentina más bien industrial. Más de 7 de cada 10 integrantes de la clase media porteña prefieren un país basado en el desarrollo industrial y agroindustrial. Sólo un 23,2% manifiesta que debería ser un país agrícolo-ganadero.
Otro cambio significativo y que seguramente empezó a gestarse en la poscrisis del 2001 es el de haber disminuido la tradicional mirada hacia Europa, especialmente como referente cultural, asumiendo una mayor simpatía por América Latina. Al ser indagados los porteños de clase media sobre qué zona del mundo sienten más cerca, Latinoamérica se llevó el 47,4% y Europa, un 32%.
La encuesta de Ibarómetro, que incluyó un total de 700 casos en la ciudad de Buenos Aires, también reveló el fuerte descreimiento que tienen los porteños respecto de los partidos políticos.
"¿Con qué partido político se siente usted representado?", decía la compulsa, y la opción más elegida fue "con ninguno" (37%); le siguieron Unión PRO (14%), el justicialismo (11,2%) y la UCR (10, 6%). El resto lo ocuparon otros partidos de todo el arco ideológico. Por último, a nivel ideológico, los habitantes de la principal metrópoli del país dicen sentirse más identificados con la centroderecha (32,7%), un 18% se encolumna detrás de la izquierda y el 12% prefiere la derecha.
Otra parte de la encuesta realizada por la misma consultora, elaborada en este caso en exclusiva para la revista "Debate", aporta algunos indicadores para analizar la relación con el gobierno, permitiendo algunos análisis parciales acerca del escenario político de cara al 2011. Al igual que otros relevamientos, el sondeo sostiene que la seguridad y la educación (entre ambas, más del 60%) son sus dos preocupaciones principales, que lo que más le disgusta del gobierno nacional es su poca voluntad para dialogar y su tono autoritario (más de la mitad de los consultados) y que la conflictividad callejera y las denuncias de corrupción son las causas principales de la caída de la popularidad del oficialismo durante los últimos años.
