Jueves 03 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Piden "por Dios una comunicación"
La suegra de Pomar ofreció "su vida" por la aparición de su hija y sus pequeñas nietas.

BUENOS AIRES.- El día 18 de la desaparición de la familia Pomar transcurrió sin novedades oficiales de la investigación pero con dolorosas declaraciones de la madre de Gabriela Viagrán (36), la mujer que junto a su esposo Fernando (40) y sus dos hijas (de 6 y 3 años) desapareció misteriosamente cuando viajaba camino a la ciudad de Pergamino, el 14 de noviembre pasado.

"Si hay un secuestrador, yo doy mi vida por mis tres seres amados. Yo me pongo a disposición de esa persona que pueda tener a mi hija y a mis nietas, que me las deje", dijo con desesperación María Cristina Robert, la madre de Viagrán, al canal C5N. "Yo pongo mi cuerpo y mi corazón y por favor que haya una comunicación, porque acá somos tres familias que estamos sufriendo por lo mismo", afirmó.

Al ser consultada respecto a la posibilidad de que sea su propio yerno, quien tenga retenidas a su hija y sus nietas, Robert señaló: "Yo pienso que en este momento ya nada me sorprende, mientras a mí me traigan a mi familia y que estén bien".

La mujer reconoció que los investigadores le dijeron que debe "estar preparada para cualquier cosa", pero aún así mantiene la esperanza de que "todo va a ser para bien". "Vivo con esperanza, sino estaría tirada... Es desesperante; yo tengo un almanaque que marco día a día y es una angustia pensar que pasó un día más", dijo.

La fiscal de la causa, Karina Pollice, aseguró ayer que siguen investigando tres grandes hipótesis: la desaparición "involuntaria" por un accidente o un delito; la desaparición "voluntaria" o un "conflicto intrafamiliar".

"Pienso que están muertos"

Para Osvaldo Raffo, uno de los mayores referentes de la investigación criminalística argentina, la desaparición de la familia Pomar "es un misterio". "Tengo tantas dudas como todos, tanto que no puedo arriesgar una teoría lógica". Sin embargo, dice abiertamente lo que muchos creen: "pienso que esta gente está muerta -arriesga-, cuando dejás de ver a una persona por más de dos semanas, hay que pensar lo peor". Pero, de ser así, se pregunta: "¿Dónde está el auto? Si los mataron, ¿dónde están los cuerpos? ¿Cómo nadie los vio? ¿Cómo explicás que la madre no hay intentado comunicarse con el hijo? ¿Cómo puede ser posible que desaparezca toda una familia?". (Redacción central y Agencias)

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