El Museo Van Gogh de Amsterdam está exhibiendo por estos días la muestra “Van Gogh y sus cartas”, compuesta por una importante serie de misivas que el artista dirigió, fundamentalmente, a su hermano Theo, pero también a sus destacados colegas Gaughin, Seurat y Toulouse Lautrec.
Es la primera vez que se lleva a cabo aquí una muestra de estas características. Las cartas están exhibidas en paneles acompañadas de textos explicativos, bocetos de sus obras y finalmente el cuadro terminado.
Esta muestra ayuda a comprender en profundidad la compleja y atormentada personalidad de Vincent Van Gogh, uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, y cómo ésta afloró en su obra, potente, agreste y llena de vitalidad.
Para él, la correspondencia fue un medio de comunicación esencial con su hermano Theo, a quien le escribió la mayoría de sus cartas.
En ellas, Vincent volcaba todos sus dramas y problemas que padecía, especialmente los económicos –se dice que en vida no vendió un solo cuadro- pero también diversas consideraciones sobre el arte, la religión o la literatura de la época.
En este aspecto, las cartas tienen un gigantesco valor documental como testimonios de una era convulsionada de la sociedad europea, en la que el siglo XIX se extinguía con el advenimiento de la nueva centuria que prometía cambios aún más dramáticos.
La más antigua de estas cartas data del 29 de septiembre de 1872 y la última es de julio de 1890, más precisamente de la semana en que decidió quitarse la vida tras pintar su célebre cuadro “Trigal con cuervos”.
El Museo Van Gogh es el más importante del mundo dedicado a este artista y su obra. Posee en su acervo más de 200 óleos provenientes de la familia del pintor, más 500 dibujos y unas 800 cartas.
La capital holandesa rinde así homenaje al más grande de sus artistas.
Oscar Smoljan
Secretario de Cultura de la Ciudad de Neuquen y Director del MNBA Neuquen
