Martes 01 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
VOCES DE LAS VíCTIMAS: "Lo que le hicieron a mi esposa es criminal"
Dosis rebajadas, historias clínicas extraviadas y otras denuncias

"Lo que le hicieron a mi esposa es criminal, le daban el medicamento oncológico 20 días más tarde y encima se lo cambiaban por otro con la mitad de la dosis. Está viva de milagro", dijo Eduardo Rodríguez, afiliado de la Asociación Bancaria desde hace 29 años, en una entrevista publicada a mediados de setiembre en el diario porteño Crítica de la Argentina.

El caso de su esposa, Esther Miraglia, es uno de los tantos que representan cómo operaban quienes controlaban el funcionamiento de la obra social presidida por el sindicalista Zanola.

"Tengo un problema en la médula porque no genera la cantidad de glóbulos blancos necesarios y por eso los médicos me recetaron Anagredide, un remedio oncológico que fabrica Ariston", relató Miraglia a Crítica.

Según pudo reconstruir Rodríguez, "el laboratorio le entregaba la droga a San Javier en tiempo y forma, pero la droguería nos la daba 20 días después y en una dosis de 0,50 mg, cuando la prescripción era de un miligramo".

Durante los años 2007 y 2008, Esther estuvo sometida a este tratamiento incompleto y a destiempo con lo que sufrió "varios empeoramientos de su condición de salud que llegaron hasta un infarto", explicó su esposo.

"La cicatriz que llevaré en mi cara para siempre evidencia la dimensión del tumor que me extrajeron y que pudo haberse detectado hace 20 años si hubieran hecho las cosas como corresponde", relató Hugo Capuya, trabajador del Banco Central desde 1986.

"Fui operado en cuatro oportunidades de un supuesto queratoquíster, y digo supuesto, porque mi historia clínica fue extraviada misteriosamente hace un año y no quedan informes de biopsia", denunció el bancario. "Cuando desaparecieron los servicios odontológicos del Policlínico, los bancarios comenzamos a yirar por distintas prestadoras privadas donde casi siempre se cortaban los servicios por falta de pago", recordó

Otros no tuvieron la suerte de poder contar su dramática historia. Ángela Vullo de Cibeira era la afiliada 48.554 de la Bancaria. Falleció el 17 de mayo de 2006 víctima de una metástasis ósea. "Durante cuatro meses le hicieron quimioterapia con medicamentos provistos por la droguería San Javier, hasta ese momento ella tenía una vida normal, pero después de la primera aplicación cayó en cama y nunca más se levantó", recordó su hermana María. (Fuente: Crítica)

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