A 9.000 metros de altura, con los motores reducidos a potencia cero, el Airbus inicia un silencioso descenso volando como un planeador durante 25 minutos, para efectuar un aterrizaje ´verde´ en el aeropuerto de Estocolmo. Planeando a través del cielo, ahorró 300 litros de querosén la empresa Novair, lo que permite al mismo tiempo reducir costos y emisiones de CO2. Este tipo de aterrizaje ´verde´, que utiliza la navegación por satélite, se desarrolla mucho en los países nórdicos, sobre todo en Suecia. |