Martes 01 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 25 > Internacionales
Irán detuvo a cinco navegantes británicos
Iban a participar de una regata. Temen un conflicto diplomático

LONDRES.- Cinco navegantes británicos están retenidos en Irán tras haber sido capturados el 25 de noviembre en su velero de regatas, que podría haber entrado en aguas territoriales iraníes en el Golfo, anunció este lunes el ministerio de Relaciones Exteriores británico.

El barco, propiedad de Sail Bahrein y tripulado por cinco ciudadanos británicos, "fue detenido por buques iraníes" el 25 de noviembre, precisó el Foreign Office en un comunicado difundido ayer a la prensa.

"El velero se dirigía de Bahrein a Dubai y podría haber entrado por inadvertencia en aguas iraníes. Los cinco tripulantes siguen en Irán. Entendemos que está todos sanos y salvos y que sus familias han sido informadas", agregó.

El velero se dirigía al parecer a Dubai para participar en una regata entre Dubai y Mascate, la capital del sultanato de Omán, que debía comenzar el 26 de noviembre.

Un portavoz del ministerio británico señaló por otra parte que el Foreign Office tuvo un "contacto indirecto limitado" con el grupo, aunque no pudo precisar el lugar donde se encuentran detenidos en Irán.

El ministro de Relaciones Exteriores británicos, David Miliband, señaló que las autoridades británicas se pusieron inmediatamente en contacto con sus homólogas iraníes en Londres y Teherán "a la vez para pedir aclaraciones y para intentar resolver el asunto rápidamente".

"Espero que el tema pueda resolverse pronto. Seguimos en contacto con las autoridades iraníes, así como con las familias" de los cinco británicos, agregó el jefe de la diplomacia.

Un antecedente cercano

El incidente recuerda a otro similar ocurrido el 23 de marzo de 2007, cuando 15 marinos británicos -14 hombres y una mujer- fueron detenidos por Irán y acusados de haber entrado en sus aguas territoriales de su país en la desembocadura del Chatt al Arab, un río fronterizo entre Irán e Irak.

La detención de los marinos, que fueron liberados al cabo de casi dos semanas, provocó una grave crisis diplomática entre Gran Bretaña y la República de Irán.

También agravó las relaciones entre la República Islámica y la comunidad internacional, poco después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara durante ese mismo mes de marzo nuevas sanciones vinculadas con su programa nuclear.

Este incidente también coincide con un aumento de tensión entre Irán y la comunidad internacional, después de que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) aprobara el jueves una resolución de condena a Teherán por su controvertido programa nuclear.

Dos días después, el domingo, el gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad anunció que planea construir dos nuevas plantas de enriquecimiento de uranio. (AFP)

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