Martes 01 de Diciembre de 2009 Edicion impresa pag. 17 > Municipales
Dramática situación habitacional en Bariloche
Un estudio determinó que hay 10.739 familias sin vivienda propia.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La carencia de vivienda propia afecta en esta ciudad a 10.739 familias y un total de 41.450 personas, según se desprende de un estudio elaborado por el Centro de Estudios Regionales (U. Fasta) y el grupo "Nutriente Sur".

El informe revela que el 20,18% de la población barilochense vive en casas o departamentos de alquiler, mientras que un 6,43% cohabitan en terrenos o viviendas de otras personas, muchas veces en condiciones de hacinamiento. Otro 5,17% directamente viven en inmuebles ocupados.

El CER y Nutriente Sur consideran que el déficit habitacional es "el más agobiante" de los problemas sociales de la ciudad y advierten que esa realidad "concurre a agudizar el estado de exclusión social que sienten miles de residentes locales".

El estudio lleva el elocuente subtítulo de "escasez de tierras para planes habitacionales, especulación inmobiliaria, sobrevaluación de propiedades inmuebles, colisión con intereses sociales y ambientales", y fue presentado a la Comisión Interamericana de Tierras y Hábitat Urbano y Rural de la OEA.

Además del crudo diagnóstico sobre la crisis de vivienda, el trabajo incluye una detallada lista de propuestas, que van desde la aplicación inmediata del llamado "fondo sojero" a la compra de tierra con destino social hasta la reactivación del crédito hipotecario mediante políticas activas de la banca oficial.

Según el informe, entre los factores que agravan el problema habitacional aparecen "el muy elevado valor que se pide por terrenos y viviendas", cuyos precios están "claramente ´atados´ a prácticas de carácter especulativo"; la permanente migración interna que engrosa la demanda de inmuebles; el elevado costo de vida local y "la virtual inexistencia de crédito bancario".

Otras causas citadas por los investigadores son "la descapitalización del IPPV" y la incapacidad del gobierno provincial para reflotar ese organismo; las fuertes restricciones presupuestarias del municipio; el alto precio de los materiales de la construcción y también de los alquileres, que afectan severamente el presupuesto familiar e impiden planificar construcciones en el corto plazo.

El estudio realiza también un análisis puntual de la situación en el barrio Nahuel Hue, que concentra el mayor número de ocupantes de Bariloche, así como las recientes operaciones de compra de tierras que realizó el municipio y su posterior venta a sindicatos y cooperativas.

Según los investigadores, es "imperioso" que el municipio controle la gestión de las cooperativas, porque "sólo de esta manera las familias que se involucren no verán defraudadas sus expectativas".

También recuerdan las promesas incumplidas de incorporar lotes con deudas tributarias al Banco de Tierras. Sobre ese punto, consideran que "es absolutamente prioritario que el Ejecutivo afecte trabajadores del municipio a relevar el estado de situación de aquellos terrenos que en sus registros figuran con mora considerable".

Por otra parte, el capítulo de propuestas y acciones recomienda trabajar sobre un recupero efectivo de las cuotas en mora de casas del IPPV y poner en marcha el concepto de "plusvalía urbana", que le permitiría al municipio absorber parte del beneficio que reciben los propietarios cuyas tierras se valorizan con obras públicas, permisos de urbanización u otras decisiones del Estado.

El CER y Nutriente Sur también sugieren estimular la creación de fundaciones comunitarias y fideicomisos sociales para la construcción de viviendas con fondos de la Anses. Señalan que esa decisión debe ser impulsada por los legisladores nacionales que representan a Bariloche y Río Negro y consideran que con una política de ese tipo "el déficit habitacional se podría reducir en forma drástica en dos quinquenios".

También proponen implementar líneas de crédito hipotecario financiadas con la colocación de títulos valores.

Aclaró que en esta operatoria "lo esencial es que sea desarrollada desde el sector bancario público, ya que cuando la protagonizan entidades privadas rápidamente la especulación financiera desplaza al interés social, y así es como se crean enormes ´burbujas´ de final impredecible".

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