Apenas seis días atrás, en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, las estadísticas revelaban que la provincia de Río Negro ocupa el segundo lugar en el mapa nacional de femicidios.

Con el episodio registrado ayer en Bariloche, en la provincia se elevó a ocho el número de mujeres asesinadas este año en un contexto de violencia familiar o contra el género.

La cifra estremece, porque supera en más del doble a la media nacional, que preocupa por sí misma al ubicarse en 1 sobre 100.000.

Casos como el ocurrido en el Alto barilochense hacen más visibles las demoras en la reglamentación de la ley nacional 26.485, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, sancionada en abril de 2009 y la falta de presupuesto para abordar este flagelo.

Argentina había registrado hasta la semana pasada 204 casos de mujeres asesinadas en el 2009, 63 más que el año pasado.

El 93% de los asesinos eran conocidos de las víctimas.