MONTEVIDEO (AFP).- El ex guerrillero tupamaro José Mujica se convirtió anoche en presidente electo de Uruguay tras vencer en forma contundente en la segunda vuelta al ex presidente liberal Luis Lacalle, manteniendo así la hegemonía de la coalición de centroizquierda en la máxima instancia del gobierno.
José ´Pepe´ Mujica, de la coalición oficialista Frente Amplio (FA), se impuso con algo más del 51% de los votos contra un 44% para Lacalle, coincidieron las tres principales empresas encuestadoras.
"Esta batalla la dieron y la mantuvieron encendida ustedes", dijo Mujica tras la victoria, dando las gracias a sus partidarios. "No hay vencedores ni vencidos, apenas elegimos gobierno", agregó, "mañana la patria continúa y el compromiso continúa".
Lacalle, candidato del Partido Nacional (PN), admitió su derrota afirmando que Mujica "regirá los destinos del país desde el primero de marzo de 2010".
El presidente saliente Tabaré Vázquez, que se trasladó a la sede de la campaña y se abrazó con Mujica, dijo a los periodistas que el resultado debe tomarse "con calma, respeto y tolerancia".
Instó a "acompañar a todos los uruguayos en lo que debe ser un festejo general, más allá de quien ha obtenido la próxima Presidencia de la República".
Al conocerse esos resultados, una explosión de bocinazos se escuchó en Montevideo, mientras miles de simpatizantes con banderas del Frente Amplio se aglomeraban en la popular rambla, la avenida que discurre junto al río de la Plata, frente al hotel donde Mujica estableció su comando de campaña. "La lluvia es de los blancos, que no paran de llorar", coreaban los frenteamplistas festejando el triunfo de su candidato, bajo una lluvia persistente.
"Me siento divino. El Pepe se lo merece, por todo lo que pasó, estoy de acuerdo con lo que hizo", explicaba María, una docente de 47 años, aludiendo al pasado guerrillero de Mujica.
"Con el Pepe al menos un plato de comida no nos va a faltar", explicó Leonel Gómez, un obrero de 36 años.
"Es el candidato ideal para nosotros, la clase obrera (...) Espero que sea más radical que Tabaré, aunque él hizo lo que pudo, era como una transición", agrega Leonel.
Mujica, de 74 años, se convertirá en el segundo guerrillero latinoamericano actualmente en el poder gracias a las urnas, tras Daniel Ortega en Nicaragua.
El ex integrante de la organización rebelde Tupamaros se había mostrado confiado al votar a primera hora, al señalar que "esto no tiene emoción, a esta altura es como bailar con la hermana".
La jornada transcurrió sin incidentes reseñables. No obstante, al dejar el local de votación tras votar, unos 50 simpatizantes del FA abuchearon a Lacalle y le espetaron "devolvé la plata, chorro!", en alusión a los casos de corrupción que salpicaron a su gobierno, mientras los electores del PN respondían con gritos de "asesinos", refiriéndose al pasado guerrillero de Mujica.
El vencedor dijo durante la campaña que se identificaba con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al que se suele poner como ejemplo de izquierdista moderado, y prometió continuidad con el gobierno de Vázquez, el primero de izquierdas de la historia de Uruguay.
Vázquez, que abandona el poder beneficiándose de una alta popularidad, no podía aspirar a un segundo mandato consecutivo porque se lo impide la Constitución. Por su parte, el líder del Partido Colorado (centroderecha), el otro partido histórico uruguayo junto a los blancos (PN), al que había brindado su apoyo en la segunda vuelta, instó a llegar acuerdos y a "apoyar" a quien gane "para lograr lo mejor para el país".
En tanto, las inundaciones que afectan al país y que dejaron más de 6.000 evacuados, y el alerta meteorológico en previsión de fuertes vientos, tormentas y granizadas, no entorpecieron el desarrollo de la elección.