Dicen que se parecen en algo, aunque sus estilos sean diferentes. Uno es más conservador en sus gestos públicos, no solo por su delicado rol institucional sino por su estirpe mendocina. En cambio el "colorado" perdió los pruritos tras haber bailado por un sueño, en el programa de Tinelli. El punto en común: Se reconocen como los dos políticos de la oposición con mejor imagen.
Los encuentros entre ambos son cada vez más frecuentes. Tras haberse solidarizado con el dipu-empresario De Narváez cuando lo llamó en plena campaña a declarar el juez Fagionatto, Cobos midió la exposición pública de las reuniones con él, dado que a un sector del radicalismo -que prefiere de aliada a Elisa Carrió-, le cae muy mal esta unión.
A partir de entonces se acordó evitar las fotos, sobre todo teniendo en cuenta la Convención del radicalismo que entre otras cosas analizó el caso el regreso de Cobos al partido tras su paso por la transversabilidad K.
Sin duda que el temario importante lo construyen, en conclaves secretos, las segundas líneas, y hasta algunos especulan con una fórmula compartida en 2011, olvidando por ahora el escollo que representa la inhibición constitucional que tendría De Narváez por ser nacido en Colombia. "Francisco nunca abandonó las consultas para pensar en un escenario nacional y no en la gobernación bonaerense", reconoce uno de sus operadores.
Al mismo tiempo, los cobistas admiten que Cleto sueña con tener un compañero de fórmula peronista, ya que interpreta que, si llegara a la presidencia, sería intrincada la gobernabilidad teniendo enfrente a la porción del peronismo anti-K. La experiencia cercana de la Alianza (De La Rúa-Chacho Álvarez), no amilana a los operadores de esta idea, ya que dicen: "eso se trató de un injerto que nunca contuvo la expresión real del peronismo".
Días atrás se realizó un almuerzo, cuya convocatoria fue liderada por el Coti Nosiglia y Raúl Baglini (principal operador del cobismo), en el cual también participaron enviados de De Narváez y un peronista cercano al kirchnerismo , preocupado por el rumbo del gobierno.
Según las fuentes consultadas por este diario, se trazaron parámetros para un futuro posible acuerdo de gobernabilidad futura y se conversó sobre la fórmula 2011. Días después De Narváez señaló que tiene muchos puntos en común con el vicepresidente pero aclaró que por ahora está lejos la alianza. Una declaración que busca aquietar las aguas de la interna radical.
La construcción de un acuerdo entre los dos dirigentes de mejor imagen en la escena nacional está en marcha. Ahora buscan una excusa para mostrarlos juntos. ¿El reclamo por inseguridad será la bandera que izarán?
HORACIO CARIDE
(ABA)
