VIEDMA (AV).- Tres casillas ardieron durante el fin de semana en la toma del barrio Santa Clara, aunque por fortuna no se produjeron víctimas. El primer incidente se produjo durante la últimas horas del viernes cuando una persona de apellido Chávez se ausentó del lugar para ir a un locutorio a hablar por teléfono. Cuando volvió, se encontró con que su precaria vivienda de cantoneras estaba destruida. Igual suerte corrieron todas sus pertenencias.
El sábado por la noche se registró a pocos metros un hecho similar, que afectó a otra vivienda precaria. Esta vez, el fuego se propagó a una casa prefabricada donde las mayores consecuencias se registraron en las cabreadas que sostienen el techo. En el asentamiento, la familia Alan perdió también todas sus pertenencias, pese a que los bomberos llegaron a los pocos de minutos de emitido el alerta.
Algunos vecinos de la toma no descartan que ese tipo de acciones sean intencionales. El asentamiento de ese barrio nació en enero pasado ante la necesidad de vivienda de numerosas familias, lo que generó la puja entre propietarios y personas que habitan allí sin tener servicio alguno. En la Justicia de Viedma tramita una causa por usurpación que no tiene definición todavía. En algunos sectores se fueron abandonando los terrenos y sus legítimos dueños pudieron recuperar la posesión.