NEUQUEN (AN) - Diez fábricas de todos los tamaños de Neuquén y Río Negro lograron mejorar su producción gracias a la asistencia del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la transferencia de los conocimientos que les transfirió la agencia japonesa de cooperación internacional JICA. En la lista hay de todo, desde plantas de verdura picada hasta la fábrica autogestionada de los ex empleados de Zanon.

El ingeniero de la Unidad de Gestión Neuquén del INTI Juan Manuel Rubino y Liciano Girolimini, licenciado en Tecnología de los Alimentos de la misma oficina, explicaron que el "objetivo principal del proyecto fue difundir las herramientas de gestión de producción y calidad que permitieron el desarrollo tecnológico de Japón, fomentar la cultura de la mejora continua en las industrias y desarrollar y fortalecer facilitadores especializados de Instituto en tecnologías de gestión".

La JICA (las siglas en inglés de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón) desarrolló junto al INTI tres proyectos de manera simultánea: en Buenos Aires-Mar del Plata, en Concepción del Uruguay-Paraná y en Neuquén-Villa Regina. "Primero se diagnosticaron en la zona veinte empresas de diversos rubros: metalmecánico, alimenticio, textil, cerámicas, gas y petróleo, etcétera, de las que se seleccionaron diez para la implementación de herramientas de mejora de productividad orientadas a la solución de problemas detectados en el diagnóstico inicial", explicaron los técnicos del INTA.

Las seleccionadas de Neuquén fueron Fasinpat (ex Zanon), Servicios Buproneu (el emprendimiento de GLP de Capex), Textil Neuquén, Alpeco (insumos petroleros) Calieri (fraccionamiento de especias), Cabarco Motores y la tornería Alemani (la de Neuquén y la de Cipolletti). En Río Negro se seleccionó Tepuel (la textil que fabrica la marca Unelén) y A Punto Natural y Exprés (verdura mínimamente procesada).

Este mes se realizó en la ciudad de Neuquén el seminario de cierre del proyecto piloto "Difusión e Implementación de Tecnologías de Gestión en Mipymes", del que participaronlas empresas, personal de INTI de Neuquén y Villa Regina, y los expertos japoneses de la JICA.

Las "tecnologías blandas" transferidas de la experiencia japonesa "se enfocan principalmente en la mejora de la calidad del producto o servicio, el aumento de la productividad, disminución de costos de no calidad, mejora en los plazos de entrega y en consecuencia, el aumento de la rentabilidad", dijeron.

Los expertos japoneses establecieron cinco objetivos: la selección, el orden, la limpieza, el mantenimiento y la disciplina. En todas las empresas se detectaron aspectos para mejorar en la gestión y como consecuencia de ese diagnóstico y de la aplicación de las soluciones "a la japonesa" lograron aumentar la producción.