| Domingo 29 de Noviembre de 2009 | Edicion impresa pag. 34 > Sociedad |
El mapa nacional de clases en las escuelas públicas muestra la triste realidad que merecerá explicaciones muy variadas, pero nada convincentes. Casi ninguna provincia cumplirá el objetivo de llegar a los ya de por sí escasos 180 días de clases en el calendario escolar.
Y lo que es más grave para esta región, tanto Río Negro como Neuquén se ubican en los dos últimos lugares del país, las que apenas superarán terminado el ciclo lectivo los 130 días reales de asistencia a las aulas. Es decir, el objetivo no se cumplió y está lejos, muy lejos de ser cumplido. En este lote de las que menos clases tuvieron están también Catamarca, Santa Cruz, Chaco y Tierra del Fuego.
Paros, gripe A, problemas edilicios, jornadas institucionales, transporte y una larga lista de razones, servirán para explicar por qué la mayoría de las provincias no llegó a los 180 días de clases en el año, planteado por el gobierno nacional en varias oportunidades como un objetivo prioritario para recuperar la calidad educativa.
Ni hablar de los casos de escuelas, sobre todo las de la periferia en las distintas provincias, que tuvieron problemas puntuales que obligaron a parar las clases más allá de los reclamos generales. Es decir, aquellas donde además de los efectos de la gripe y los paros, tuvieron que enfrentar cuestiones más relacionadas con la falta de gestión para resolver problemas, como la carencia de gas en pleno invierno, techos que se llueven o simplemente ausencia de transporte escolar.
Hay casos de establecimientos en distintos puntos del país que ni siquiera llegaron a los 100 días de clases, justamente por estas cuestiones.
De los 24 distritos educativos de la Argentina, relevados por la Red de Diarios en Periodismo Social, la gran mayoría no alcanzó a cubrir los 180 días de clases y lo que es peor, estuvo lejos de alcanzar esa meta.
Formosa, La Rioja, Córdoba, Buenos Aires, Chubut, Capital Federal y Salta, son las únicas que se situaron cerca de ese número, aunque no estuvieron ajenas a conflictos docentes ni a los efectos de la gripe que obligaron a reprogramar el calendario. El caso de Córdoba tuvo una extensión de ciclo lectivo que hará llegar las clases hasta días cercanos a la navidad y consecuentemente se posicionará cerca del objetivo de los 180 días de clases.
El mismo relevamiento da cuenta que en realidad si no hubieran parado algunos días para atenuar los efectos de la gripe en el país, igual no hubieran alcanzado el objetivo planteado, que a principio de año se presentaba como accesible, pero que con el correr del ciclo se convirtió en algo inalcanzable.
Según datos del Consejo Federal de Educación, desde su sanción en el 2004 la ley de los 180 días nunca se cumplió en la totalidad del país: 12 jurisdicciones la incumplieron en el 2004, 16 en el 2005, 4 en el 2006, 14 en el 2007 y el récord fue el año pasado con 22, aunque varias estuvieron cerca.
Se advierten algunas recuperaciones que no son tales, como los paros que hubo en Río Negro, con devolución de días acordada y nunca cumplida. Es decir, que las clases lleguen hasta cerca de las fiestas no implica que se estén recuperando días perdidos. Los 180 días son para el país un objetivo todavía lejano.
(Redacción Central y Red de Diarios en Periodismo Social)
Santa Fe, Salta y Catamarca
El calendario santafesino en realidad arrancó con un leve déficit: se habían pensado 176 días efectivos de clases: del 2 de marzo al 27 de noviembre, sin contar los feriados ni las dos semanas de vacaciones de invierno. Entre los paros del año, que fueron 9 días en total (más 1 nacional de CTA al que adhirió el gremio docente) y la suspensión de actividades por la pandemia de gripe A (14 días), en la provincia de Santa Fe sólo se cumplirá con 152 días de clases.El Ministerio de Educación admite que se perdieron los días de huelga docente pero no los 14 de la emergencia sanitaria “porque, a diferencia de otras provincias, las escuelas santafesinas siguieron abiertas con la presencia docente, y se mantuvo el vínculo pedagógico con tareas que los alumnos llevaron al hogar”.En Salta, en 2009 sólo se darán 170 de los 182 días de clases previstos. Se perdieron 10 días en total: 8 por la gripe A y 2 por paros. Sin embargo las evaluaciones en los distintos niveles dieron mejor que en los trimestres anteriores.
Catamarca tuvo más de un mes perdido por paros, asuetos, y vacaciones adelantadas por la gripe A. La suma da que se perdieron más de 35 días de clase por diversos motivos, es decir que el total alcanza los 145 días.
Río negro: 135 días
VIEDMA (AV).- En las escuelas rionegrinas cuyos docentes adhirieron a la totalidad de los paros y que además tuvieron receso por la gripe A, jornadas institucionales y algunos días inesperados sin asistencia a las aulas, el final del calendario escolar mostrará que sólo concurrieron a clases 135 días en el año. Es decir que en distintos niveles perdieron 48 días.El total previsto por el calendario escolar era de 183 días, pero hubo 34 de paros, diez días sin actividad por la gripe A y 4 por diferentes motivos. Esta cifra pone a Río Negro en el último lugar del país en cuanto a los días efectivos de clases.Las cifras varían según las escuelas y el nivel de adhesión a las medidas de fuerza. Algunas llegaron a 140 días o un poco más, pero en general no superan los 150 días de clases.La cantidad de días dictados ni se aproxima a los 180. Por eso, Educación y la Unter coinciden en algo: justificar el año en la cuestión de los contenidos. La subsecretaria de Coordinación Pedagógica, Andrea Novillo, entendió que Educación pudo mantener “todos los proyectos”, como la Jornada Extendida que ya está en 62 escuelas, es decir, un 30 por ciento de la matrícula. Enumeró también la transformación del Nivel Medio y la incorporación al proyecto de 30 escuelas más para el año próximo, llegando al 50 por ciento de los establecimientos. Destacó ese plan en el objetivo de mayor asistencia y menos abandono.
La extensión del ciclo en Río Negro no implica días efectivos de clases sino que es parte del plan que reemplazó los exámenes.
Capital y buenos aires
La provincia había previsto 187 jornadas en las aulas y hasta ahora llega a 170, y de los 185 establecidos por la Ciudad se llegará a 173.Los 17 días perdidos en Provincia se deben a siete paros del Frente Gremial, un paro nacional de Ctera y nueve días sin clases por la Gripe A. Ésta es la situación de base, ya que en decenas de escuelas –como, por ejemplo, el Normal 2 y el Normal 3 de La Plata–, se perdieron entre 30 y 40 días debido a huelgas del personal no docente. No se descarta que haya nuevos paros antes de fin del ciclo. La ley 25864 establece que, ante su eventual incumplimiento, las autoridades educativas de cada jurisdicción deberán adoptar medidas para compensar los días perdidos. La Provincia dispuso un diagrama de tareas escolares para recuperar los contenidos a mitad de año, cuando se suspendieron las clases por la gripe A. Por lo tanto, los funcionarios aseguran que “hemos logrado alcanzar los objetivos pedagógicos”, y no consideran necesaria una extensión del ciclo.La ciudad había previsto para este año un calendario de 185 días de clases, y hasta ahora logra cumplir con 173. Hubo seis días de paro de los sindicatos locales, un día de paro nacional de Ctera y nueve días sin clases por la gripe A. Acá se suspendió el receso de la primavera.
Neuquén: 137 días
NEUQUÉN (AN).- Cuando finalice el ciclo lectivo 2009 en esta provincia, los estudiantes habrán perdido, al menos, 43 días de clases. Es el número que resulta de la suma de las jornadas caídas por el paro de principios de año (29) y las de la suspensión obligada de actividades para evitar la propagación de la gripe A (14). Dicho de otro modo, del total de 180 días que la ley dispone de cumplimiento obligatorio para las escuelas de todo el país, en esta provincia se cumplirá con 137.Pese a que el tiempo de menos de actividad en los centros educativos tuvo rebote legislativo –hubo diputados que intentaron reprogramar el calendario para añadir días de más–, la decisión consensuada entre el gobierno provincial y el gremio docente ATEN fue idéntica a la de años anteriores. Un remedo de recuperación de contenidos que autoriza a los docentes y directivos a “integrar” materias, para así priorizar los contenidos que no pueden dejar de darse.Durante el auge local de la pandemia de la gripe H1N1 se tomaron algunas decisiones para contrarrestar el parate, que quedó ligado a las vacaciones de invierno, repartiendo cuadernillos en toda la provincia para evitar un mayor atraso escolar. No hubo comunicación oficial de cómo funcionó, ya que en principio los estudiantes luego del receso serían evaluados. En medio, los maestros se quejaron porque había contenidos que todavía no habían podido enseñar, y pese a esto estaban integrados a los textos que los padres pudieron retirar de establecimientos públicos.
Santa Cruz, Córdoba y La Rioja
En Santa Cruz los datos muestran que sólo fueron cumplidos los 180 días en los ciclos lectivos 2005 y 2006. En el 2007 los días sin clases a raíz del conflicto social en la provincia llevo el número a 51. Durante el 2009 los paros totalizaron 23 días, sumado a esto 11 días de receso por la gripe A. Sin contar las jornadas de capacitación docente oficial (que aunque escasa) es obligatoria y para la cual se suspende el dictado de clases. Se estima que el ciclo lectivo terminará con unos 150 días de clases.En Córdoba son 183 días son los previstos para el actual ciclo lectivo.En total se perdieron siete días por paros ya realizados, cuatro días son los que totalizan las horas perdidas por asambleas, siete días sin clases a causa de la epidemia de gripe A. Si no hay más paros hasta fin de año, se concretarán 165 días. Sin embargo, el jueves el gobierno provincial anunció la extensión del ciclo lectivo hasta el 18 de diciembre, tema que todavía está en manos del gremio docente. Si asisten una semana más, llegarán a 172 días.Según información oficial, en la provincia de La Rioja se perdieron sólo dos días de clases, con lo cual el calendario cerrará con 178 días de actividad. Se sitúa entre las que más días de dictado tuvo.
Antes, en marzo-abril, los maestros ya habían iniciado su paro más crudo de los últimos años.
La gran simulación
Por: Ìtalo Pisani
ipisani@rionegro.com.ar
Estaba escrito. Los 180 días de clases planteados como letra inalterable en la Ley 25.864, promulgada hace cinco años, no se volverán a cumplir en casi todo el país. El papelón esta vez fue de Río Negro y Neuquén, que se ubicaron en el peor lugar del ranking.Ya en abril se percibía la laxitud. Tras desgastantes días de paro y el golpe de gracia de la gripe A, el compromiso de recuperar los contenidos terminó siendo una gran simulación. Los actores les daban vueltas a las ideas: ¿clases los sábados, eliminar feriados, prolongar el ciclo lectivo, achicar vacaciones? Todo se pensó; nada se hizo. Los planes de recuperación resultaron un “blef” para cándidos.A estas alturas, la sociedad ve como un fracaso la ley de los 180 días, sistemáticamente violada y exenta de sanción. Una consigna demagógica de los gobiernos y un hipocresía para el debate social. Todos se endilgan culpas, aunque nadie asume autocrítica.Tres partes tienen responsabilidades: el gobierno, el gremio y los padres.Los gobiernos porque no tienen voluntad de sostener la palabra. Poseen las herramientas pero no las aplican. Río Negro podría haber hecho cumplir su ya minimalista propuesta de cambiar sábados por feriados o de extender el ciclo lectivo al 23 de diciembre (como sí lo hizo esta semana Córdoba). Anuncios vanos. El más reciente atajo fue suplantar directamente los exámenes finales para materias no aprobadas por un “período complementario de aprendizaje”. Los gremios docentes deberían tomar, de una vez, estatura y apartarse del facilismo. Hacen bien en luchar por la dignidad salarial pero no pueden dejar de comprometerse con el dictado de clases y la reparación de contenidos perdidos. Ya bastante hay con la ausencia de un sincero análisis de las flexibilidades del estatuto que reproduce licencias (y las repetidas insinuaciones oficiales de que cambiará tal sistema).¿Los padres? No están involucrados. Miran de reojo. Con una mano en el corazón: ¿cuántos aceptarían, por ejemplo, un plan de extensión escolar?En el camino, el deterioro de la escuela se profundiza. Con anomia, menos exigencia, y menefreguismo se destruyen horas de escolarización desde hace años. Y se suman alumnos aprobados por decreto.