El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, encabezó ayer un encuentro "nacional" de su partido, el PRO, en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires y consideró que "se acaba el reinado de los Kirchner, que quieren quedar con la dignidad de la gente".
En el plenario realizado en el Hotel Savoy, en la Avenida Callao al 200, pidió a los militantes de su partido "recorrer casa por casa invitando a todos a que se les sumen porque otra Argentina está por nacer".
Intentando reponerse del golpe por el escándalo del "espionaje", Macri aseguró que "nos quisieron hacer creer que era imposible, nos quieren cansar con chicanas absurdas, pero no van a poder, no nos van a parar".
"Estoy orgulloso de este espacio, de esta gente, de este proyecto. Vamos con todo para adelante, con más fuerza que nunca, que las buenas ideas y los buenos equipos, a la corta o la larga, siempre triunfan", aseveró.
"Hemos formado un gran equipo, reuniendo gente con ideas y ganas, con entusiasmo y mucha fuerza", consignó.
Y agregó: "Tenemos que devolverle esa dignidad que le quitaron al pueblo argentino y en esa lucha, aunque a muchos no les guste, no nos van a parar".
Vaticinó que "se acaba la era de confrontación del matrimonio presidencial" y recalcó que "este espacio político está demostrando que se puede gobernar de otra manera, que la política puede cambiarle la vida a la gente y que tiene sentido involucrarse".
"Estamos acá porque creemos que una Argentina mejor es posible. Este país se merece mucho más que lo que estamos viviendo, tenemos que devolverle la esperanza a nuestra gente".
"No nos van a poder comprar porque cada uno de ustedes lleva en su sangre y su corazón la ilusión de un país mejor". (DyN)