ROCA (AR).- Una pelea entre dos jóvenes, que comenzó aparentemente "por una cerveza" en el interior de una despensa de la zona norte de Roca, terminó con la vida de uno de los protagonistas, quien murió apuñalado poco antes de la medianoche del viernes. El principal y único sospechoso del crimen es el muchacho que atendía el multirrubro Marcelo, donde se desencadenó el trágico episodio. Tiene 20 años y quedó detenido pocos minutos después de conocido el deceso de la víctima.
Al menos tres de las puñaladas que recibió Dardo Ríos fueron mortales, tanto por su profundidad como por los órganos que afectaron.
Según la hipótesis más fuerte que manejan los investigadores, pasadas las 23:15 del viernes la víctima habría concurrido al comercio, que está ubicado en avenida San Juan 3275, a comprar una botella de cerveza. Creen que intentó irse del lugar sin pagarla y que eso desencadenó la pelea. El joven encargado del almacén, tras un forcejeo, le propinó los primeros tres "puntazos".
El reguero de sangre en la vereda del local, a menos de un metro de la puerta de acceso, demuestra dónde se produjo el ataque con el cuchillo, que hasta ayer estaba siendo intensamente buscado. Herido, el muchacho corrió hacia el sur y cayó, moribundo, en un baldío cercano.
Ríos sufrió tres puñaladas letales, una en el antebrazo, otra en el abdomen y la última en el pecho. Según indicaron las fuentes policiales consultadas, el sospechoso de arremeter contra el muchacho fue identificado como Víctor Retamal, de 20, quien se encontraba solo atendiendo el local y sería hijo de la actual pareja del propietario del multirrubro.
Aunque hasta ayer por la tarde los investigadores no descartaban "otras hipótesis", todo parece indicar que Ríos intentó escapar del negocio sin pagar la botella de cerveza que había pedido. Eso derivó en una discusión y un forcejeo y, finalmente, en la corrida hacia la calle y las puñaladas finales. Varios testigos habrían presenciado el desenlace de los hechos y la corrida de Ríos hacia el baldío, ubicado a unos 60 metros del local, donde finalmente murió. Es por eso que ayer por la tarde se estaban tomando declaraciones en dependencias de la Comisaría 21.
Decenas de vecinos rodearon el lugar de los hechos hasta que la Policía cercó los puntos clave para la investigación: la puerta del negocio y el baldío. Un familiar de la víctima, presuntamente su hermano según indicaron las fuentes policiales, fue una de las primeras personas en arribar al lugar y sufrió una crisis de nervios. Un nene del barrio, de unos 8 años, presenció parte del traumático suceso y sufrió una descompostura, por lo que pasada la medianoche una ambulancia del hospital debió acudir para asistirlo.
A la escena del crimen arribó el personal y las autoridades de la Unidad 21 y de la División Judicial de la Policía junto con el juez de turno, Emilio Stadler, quien dirigió el procedimiento. En su presencia se realizó un allanamiento en la vivienda contigua al comercio para tratar de dar con el arma homicida, que hasta ayer no había aparecido. Sin embargo, dentro de la casa, la policía encontró una remera con manchas de sangre, que podría ser la que llevaba puesta el agresor al momento del ataque.
Entre otros puntos a esclarecer está saber si los dos jóvenes se conocían y si había alguna rivalidad previa entre ellos. También se realizan más allanamientos en la zona norte de la ciudad para tratar de dar con el arma y se trata de establecer cuál de los dos protagonistas tenía el cuchillo en su poder al iniciarse la pelea.