A Quiroga le cuesta hablar de Farizano. Y admite que no dice todo lo que piensa porque no coincide con su forma de gobernar.
-Parece que no se quiere pelear con Farizano.
-Comprendo las vicisitudes, lo que pasa es que no pretendan que lo aplauda cuando sus funcionarios me viven insultando. He tenido un comportamiento de monje benedictino con Farizano. Aporto desde el silencio porque si hablo voy a decir un montón de cosas en las que no coincido con el gobierno.
-¿Hay algo roto con él?
-No tuvimos nada arreglado. Cumplí con mi palabra de silencio.
-¿Lo votaría?
-Por empezar, lo voté. No es el mismo estilo de gobierno. Le voy a demandar su compromiso de que sería mejor intendente que Quiroga. Quedan dos años para demostrarlo.