CATRIEL (ACA).- Una mujer sufrió un asalto a mano armada el viernes a la siesta. Tres personas ingresaron a su domicilio y en cinco minutos concretaron el robo y desaparecieron. La dejaron encerrada con llave pero no la sometieron a maltrato físico. La mujer temía por la vida de su hijita de tres años, aunque los asaltantes en todo momento intentaron calmarla y no las lastimaron.

Este tipo de delitos es cada vez más común en la ciudad, a pesar de los reclamos de seguridad de los catrielenses. Esta vez sucedió a plena luz del día, alrededor de las 13.30, en la casa de una familia del barrio Carod, ubicada en las calles Formosa y Giachino. Allí vive un joven matrimonio, pero sólo estaba la mujer de 30 años con sus hijos, porque su esposo había viajado a otra provincia por razones de trabajo.

Según contó la mujer a este diario, ella regresaba de dejar a su hijo mayor en la escuela cuando sufrió el asalto.

"Fui a dejar al nene al colegio y debo haber llegado a casa pasadita la una y media. Entré la camioneta al garaje y me fui a acostar. Enseguida me levanté porque había dejado mal cerrado y se podía abrir el portón con el viento. Acomodé la camioneta, me volví a acostar y ahí golpearon la puerta. Abrí y una persona me encañonó con un arma y me dijo que me quedara tranquila, que lo habían mandado y que no me iba a pasar nada. Enseguida entró una segunda persona, también armada. La puerta estaba abierta y poco después entró un tercero. Yo no recuerdo las caras porque fue todo tan rápido y porque después no me permitían que los mirara", contó la mujer.

La víctima recuerda que su nena de tres años se puso muy nerviosa y que temió por la criatura.

Escapó por la ventana

"Los asaltantes me decían que me tranquilizara, que ellos eran buenos y que no me iban a hacer nada, hasta me alcanzaron un vaso de agua. Yo les di toda la plata de los ahorros que teníamos y hasta una lata donde guardamos las monedas, mientras les pedía que se fueran. Pero ellos igual revolvieron todo. Se llevaron mi celular que estaba encima de la mesa y 13.000 pesos; no se llevaron nada más de valor, sólo dinero y el celular, para que no pueda llamar a nadie", relata.

"Nos dejaron a mí a la nena en una de las habitaciones con la puerta cerrada y cerraron las puertas de atrás y de adelante con llave, llevándose las llaves que después tiraron en el patio. Me pidieron que no saliera hasta media hora más tarde, pero yo me escapé por la ventana y fui a pedir ayuda los vecinos; ellos llamaron a la policía. Yo deduzco que el asalto no duró más de cinco minutos, porque la policía dice que le avisamos a las 13.40 y yo volví más o menos 13.30 de la escuela", estimó la mujer.