El Papa Benedicto XVI dijo hoy que el tratado de paz entre Argentina y Chile forma "parte de la gran historia", en el marco de la conmemoración del 25º aniversario del acuerdo por el canal de Beagle en presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par chilena Michelle Bachelete. 

"Este acontecimiento forma parte de la gran historia de las dos naciones y de América latina", sostuvo el Sumo Pontífice en un discurso leído en español en la Sala Clementina del Vaticano. Previamente el Papa dialogó durante cerca de quince minutos, por separado y a solas, con cada una de las mandatarias, quienes también lo hicieron bajo la misma condición con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.

Además, Benedicto aseguró que la firma del Tratado de Paz y Amistad fue una "solución digna, razonable y ecuánime" que evitó el conflicto entre las dos naciones. Asimismo, el Papa consideró que el tratado "está indisolublemente unido a la figura de Juan Pablo II", de quien dijo que estuvo "unido por sentimientos de afecto a las naciones en sintonía con su incansable labor como mensajero de la paz".

"Podemos constatar con satisfaccion cómo aquel histórico evento ha contribuido benéficamente a reforzar en ambos países los sentimientos de fraternidad, así como una más decidida cooperación e integración", agregó el jefe de Estado del Vaticano.

Al finalizar su mensaje, el Papa Benedicto XVI impartió una "especial bendición apostólica" a las delegaciones argentinas y chilenas, tras lo cual saludó a los integrantes de ambos grupos, quienes fueron presentados por las mandatarias. "Como muestra de mi afecto imparto una especial bendición apostólica", dijo el Papa en la sala Clementina del Palacio Apostólico, donde también estaba presente el ex secretario de Estado del fallecido pontífice Juan Pablo II durante la firma del acuerdo, Angelo Sodano.

Más temprano, Fernández de Kirchner y Bachelet obsequiaron a Benedicto XVI un bajo relieve en el que está grabada América latina y en el que aparecen las inscripciones de Juan Pablo II y de la actual máxima autoridad de la Iglesia Católica Apostólica Romana. El presente está confeccionado en cobre y se trató de un regalo conjunto de ambas mandatarias.

Télam