El diputado justicialista disidente Felipe Solá denunció hoy que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, llamó a una legisladora del bloque "Peronismo Federal" para "dar vuelta su conciencia por medio del poder de la caja del oficialismo".
Solá reveló el caso de la diputada rionegrina Cipriana Lorena Rossi y también acusó que "varios" legisladores del sector han recibido "presiones" para sumarse al bloque del Frente para la Victoria (FpV), por lo que calificó la maniobra como "un espectáculo decadente". "Rossi está con nosotros desde 2008 y fue llamada por Oscar Parrilli y varios funcionarios más. En todos los casos quieren dar vuelta su conciencia", denunció en declaraciones a radio Mitre.
Solá, que acaba de conformar una bancada del PJ opositor de cerca de cuarenta legisladores nacionales, desafió: "Hay presiones. Podrán llamar a todos los diputados que quieran y podrán ofrecerles el oro y el moro, pero no van cambiar un ápice lo que piensan y la determinación que tienen". "Hay varios diputados de mi bloque que fueron llamados y citados", reveló. "Estoy autorizado a dar un ejemplo: Lorena Rossi, que está con nosotros desde 2008, fue llamada por Oscar Parrilli y varios funcionarios más. En todos los casos quieren dar vuelta su conciencia", aseguró.
También señaló que "después empecé a recibir testimonios de otros diputados y diputadas, que fueron apretados e invitados para tener una suerte de beneficios que no corresponden". En el caso de Rossi, el ex gobernador puntualizó: "Se comenzó elogiando mucho, le dijeron 'vení, te conviene, vas a ver que las cosas están mejores'. Es el poder de la caja".
Consultado sobre si a Rossi le habían ofrecido cargos, Solá respondió: "Nadie ofrece algo concreto por teléfono. Es una vieja costumbre del oficialismo cuando se acaba el poder de convicción y persuasión".
Precisó Solá que tras conocer este caso, empezó a recibir "testimonios de otros diputados y diputadas que también fueron llamados" para que el lunes asistan a reuniones con funcionarios o legisladores del oficialismo.
"Es una vieja costumbre del oficialismo cuando se acaba el poder de convicción y de persuasión, usar la caja, que no es solamente darle un cheque a una persona, sino todo lo que significa el poder rodear a esa persona de situaciones de conveniencia. Es un espectáculo decadente", sostuvo.
Vinculó esta situación a la "desesperación" del oficialismo porque a partir del 10 de diciembre perderá en el Congreso el poder que le permitió sacar leyes sin consenso con la oposición. "Este va a ser otro Parlamento", remarcó Solá, y completó: "Vamos a tratar de hacer valer en la Cámara lo que la gente nos ha pedido el 28 de junio, que es el control y el debate. Lo que está bien para la mayoría, que pase, y lo que no, que se pueda debatir y frenar, y no salir de apuro y de prepo, como la ley de Medios, que salió tras un corto debate y dejó un gusto a atropello".
DyN