Hace 120 años nacía en el paraje la "Y" en Ranquilón, Gregorio Alvarez, el primer maestro y médico nacido en territorio patagónico. Este neuquino hijo de una mapuche y de un español, escribiría la más completa colección de historia, geografía y toponimia de Neuquén, al tiempo de dejar numerosos estudios sobre las propiedades curativas de las algas y aguas del Domuyo.
Había nacido el 28 de noviembre de 1889 en ese paraje del departamento Ñorquín, en el que dos pequeños saltos de agua dibujan en la piedra la figura de esa letra. Al poco tiempo es separado de su madre, Eloísa Sandoval, para ser criado en Chos Malal, por su padre, Gurmercindo Alvarez, y su esposa, Juana Roto.
Luego de cursar sus estudios primarios en la escuela 15, el adolescente fue enviado a Buenos Aires para completar el secundario, donde egresó en 1910, como Maestro Normal del "Colegio Mariano Acosta". Varios años después describirá como una hazaña la travesía en carretón desde Chos Malal a Neuquén, por ese entonces punta de rieles, para abordar el tren que lo llevaría a la Capital Federal.
Al tiempo que trabajaba como docente, realiza sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires egresando en 1919. A partir de ahí, su carrera médica es brillante y la realiza, casi en su totalidad, en Buenos Aires, donde vive con su esposa, Clotilde Tancredi y sus tres hijas.
Ocupó la dirección del departamento de Dermatología del Hospital de Niños y asistió a diversos congresos internacionales donde conoció los avances en el tema. Se perfeccionó en enfermedades de la Piel y en Pediatría, especialidades que amplió con estudios realizados en Francia, Suiza y Estados Unidos.
Simultáneamente sigue durante toda su vida, con trabajos de investigación histórica y geográfica sobre Neuquén. Entre 1921 y 1962 recorre a caballo prácticamente todo el territorio, para conocer su acervo indígena, que queda plasmado en sus ya célebres trabajos, que son la base indispensable para quien inicie el estudio serio de la región.
Recorre y estudia la provincia
Su contacto con Chos Malal continuó durante todos esos años, como así también, se interesó sin resultados positivos, por su madre mapuche a la que no pudo conocer.
A partir de 1965 se radica definitivamente en Neuquén, donde abre su consultorio en la esquina de las calles Córdoba y Alderete e intensifica los estudios sobre las fuentes termales de las áreas Copahue y, especialmente, Domuyo.
Don Gregorio realizó su primera excursión a caballo al Domuyo en 1957 donde observó la riqueza del arroyo de "Aguas Calientes" y las especies vegetales que aplicaría luego, al tratamiento de enfermedades de la piel. Su último viaje fue en febrero de 1986. En varias ocasiones expresó su convicción de que en esas algas, podría estar la clave de la prolongación de la vida. Muere en Neuquén capital el 11 de octubre de 1986 a los 96 años.
"Neuquén, su historia, su geografía y su toponimia", "El Tronco de Oro", "Pehuén Mapu", "Donde estuvo el paraíso", "Los petroglifos pehuenches de Colo Michicó", "Substratum y permanencia del folklore del Neuquén", "Neuquenia", y tantos estudios y escritos referidos a aspectos culturales, históricos y científicos fueron su aporte y estímulo al conocimiento de la identidad de la región.
Meritoria es también su producción literaria, desde sus poesías reunidas en "Neuquén de mi canto", y otros trabajos en los que describe el paisaje, la historia del pehuenche y donde configura un romance entre la tierra y el hombre.
Miembro de la Academia Nacional de Historia y activo impulsor de las Universidades del Neuquén y del Comahue, en el prólogo de su estudio sobre "Cuatro siglos de historia", señalaba que "nuestro Neuquén está permanentemente esperando a los hombres de ciencia y de trabajo que investiguen sus secretos y muevan los elementos que serán los frutos de una siembra de esfuerzos e inteligencia. Muchos de los materiales del pasado geológico e histórico están a flor de tierra. Es hora de que aparezca la mano experta que los levante. Los sabios del continente americano están de acuerdo en que en el sur argentino, tal vez con más probabilidades que en otras partes, puede develarse la incógnita de la etnogénesis americana?. Es imposible de prescindir del Neuquén que ha sido, en su pasado, camino obligado de los pueblos que venían del norte, así como camino estratégico para los movimientos sociales relacionados con las regiones del Pacífico".
Consciente del formidable legado, escribió en otro prólogo de "Historia", (número que está dedicado a su esposa Clotilde Tancredi), que "quiera el lector ser benévolo si, a su juicio, este trabajo le ha defraudado en todos o en parte de sus aspectos, de mi, debo decir, que he puesto el mayor empeño para que resultara útil"?"y nunca magnifiqué el esfuerzo porque no quise exponerme a sufrir un desencanto. Pero en ésta, como lo hice en otras obras, adelanto mi justificación amparándome en la intención que expresa mi divisa: "Del Neuquén, por el Neuquén, para la Patria".
JUAN CARLOS TARIFA