BUENOS AIRES.- Un adolescente de 16 años fue detenido en las últimas horas del jueves como el presunto tercer integrante del grupo que asesinó a la maestra de Derqui, Sandra Almirón, cuyos restos fueron inhumados ayer en Pilar.
El menor de edad fue entregado por su padre, que es un policía en actividad, y se sumó al chico de 15 años y al joven de 19 que habían sido detenidos en las horas previas, entre quienes "está el responsable material del suceso", según el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi.
Al declarar ante Gonzalo Acosta, fiscal de Pilar, el mayor de los detenidos confesó su participación en el hecho y acusó al nuevo imputado como el responsable de efectuar el disparo que acabó con la vida de la docente en la puerta de su casa, en la noche del miércoles pasado, cuando le robaron su auto. Según se indicó, el adolescente "posee de un amplio prontuario" y en su poder se secuestró un arma del mismo calibre que la utilizada para perpetrar el asesinato.
Una escalofriante declaración realizó, por su parte, Claudio Almirón, el hermano de la docente: uno de los tres detenidos por el crimen es un ex alumno de la víctima, según los registros de uno de los colegios donde trabajaba Sandra. Con ese dato se afianzó la hipótesis de que el asesinato se pudo haber perpetrado porque uno de los delincuentes se dio cuenta de que había sido reconocido por la maestra.
Sandra Almirón tenía 37 años y era maestra de tercer grado en el Colegio Santa Ana. Al igual que Renata Toscazo, quién fue asesinada durante un intento de robo la semana pasada en Wilde, daba clases de catequesis. También enseñaba en la Escuela Nº 43 del barrio Carlos Pellegrini.
Ayer por la mañana, familiares, amigos y vecinos de la maestra manifestaron su dolor e indignación y reclamaron "Justicia" durante el velatorio y la inhumación de los restos de la víctima, en el cementerio municipal de Derqui. Para la tarde estaba prevista una "gran marcha para reclamar justicia y más seguridad" por las calles de esa ciudad, según anticipó el padre de la maestra. Antes de la inhumación se realizó una misa en la parroquia San Antonio de Padua, donde Sandra se había casado con su marido, Walter García.
Lo atraparon en el ciber
El último detenido fue atrapado gracias a que un policía se hizo pasar por un amigo suyo y lo mantuvo chateando en un ciber de la localidad de Muñiz, partido de San Miguel, para dar tiempo a la patrulla que llegó a detenerlo.
El padre del chico, un policía de la Departamental de Derqui, colaboró y aportó a los investigadores un detalle de los sitios que frecuentaba su hijo y los nombres de sus amistades. Los detectives dieron con un amigo del joven en un ciber de Pilar y en su sesión de chat estaba "on-line" el adolescente buscado. Un policía se sentó en la computadora, se hizo pasar por el amigo y logró que le dijera en qué cyber estaba. Hacia allí partió la comisión policial y el propio padre del menor de edad, quien fue sorprendido frente a una de las computadoras. (Agencias)