VILLA LA ANGOSTURA (AVLA).- "No paré, descansé unos diez minutos en la cantina de Traful y seguí. Comía caminando, paraba por minutos, nada más. Y corrí bastante", contó el ganador de La Misión 2009, Ignacio Di Lorenzo, el corredor angosturense que rompió con el récord de todas las ediciones de la competencia y superó cualquier expectativa: en 31 horas recorrió 150 kilómetros.
Pero fueron 150 kilómetros de montaña, por huellas de animales, vadeando arroyos, resistiendo una acumulación de 10.000 metros de desniveles, por momentos mucha nieve, la noche y el frío.
En los últimos dos días hubo mucho sol y temperaturas agradables, cuestión que favoreció a los corredores y evitó que la competencia fuera aún más dura.
No obstante, al cierre de esta edición, con más de 50 horas de carrera, se registraban 100 abandonos. La competencia finaliza oficialmente hoy al mediodía.
Participaron 450 corredores de Argentina, Venezuela, España, Inglaterra, Paraguay y Brasil, entre otros. Del total 223 corrieron en individuales en la categoría caballeros, y sólo 23 en damas individual. En cuanto a los equipos, hubo 53 equipos de caballeros, 8 equipos de damas y 30 equipos mixtos.
"Tenía la expectativa de hacer un tiempo de 35 horas, pero logré hacerlo en menos. Fue dura", comentó Di Lorenzo, quien entró corriendo por la avenida principal a las 19:30, cuando las estimaciones de los organizadores apuntaban a que la llegada de los punteros sería a la medianoche.
El circuito se inició en La Angostura e incluía numerosas cumbres (de hasta 1.900 msnm), arroyos y valles. El primer día de la competencia la mayoría de los competidores llegaron a Villa Traful, donde la organización dispuso dos lugares con comida caliente. Muchos pararon a descansar al menos un par de horas, no así Di Lorenzo, que paró sólo a comer un par de minutos.
"Me ponía la mochila en el pecho e iba comiendo mientras corría o caminaba, barras de cereales y un gel energético", contó.
En varios tramos caminó junto a los equipos punteros y con el que llegó segundo, Andrés Valenzuela, de Roca, llego a las 22, con un tiempo de 34 horas. "En el último tramo me corté solo y corrí para hacer la diferencia", relató.
Consultado sobre cuál fue el escollo más difícil de sortear, aseguró que "creo que fue la acumulación de desniveles. Calculo que entre todas las subidas y bajadas fueron 10.000 metros. En una parte la nieve me llegó al torso".
Di Lorenzo tiene conocimiento de la zona, detalle que en la partida lo ayudó. "Conocía un atajo y en una hora y media estaba en el cajón Negro, ahí saqué media hora de diferencia, pero luego me equivoqué y me alcanzaron", detalló.
En cuanto a la orientación, si bien decían que era uno de los puntos más críticos, "el camino y la huella estaban bien marcados, era difícil perderte", sostuvo.