SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un vecino del barrio Lera denunció que en el servicio de Pediatría del Hospital Zonal descerebraron a su nieta de dos años al aplicarle sedantes "como para hacer dormir a un caballo", para que al despertarse no se arrancara los tubos que facilitaban su respiración a través de una traqueotomía. Asegura que ya les sugirieron a la familia que donaran los órganos de la criatura, pero ayer buscaban presentar un recurso de amparo para lograr que la trasladen al Hospital Garrahan, porque entienden que la niña responde a ciertos estímulos.
El denunciante es Héctor Hugo Ojeda, conocido por ser presidente de la Junta Vecinal del barrio Lera, quien explicó que el jueves 19 su hija Jésica llevó al hospital para control a la pequeña Luciana Pérez, de dos años, y que por los problemas respiratorios que padecía la internaron, le realizaron estudios y le practicaron una traqueotomía. "Al despertarse tuvo la reacción natural de arrancarse las cosas ajenas a su cuerpo, y como no pueden atar a los niños la anestesiaron", relató Ojeda, y comentó a este diario que "la anestesiaron, pero como se despertaba cada 15 minutos, me dijeron que ´ahora no se va a despertar, porque le dimos como para hacer dormir a un caballo".
El afligido abuelo continuó relatando que "el domingo ya no se despertó, pedimos una junta médica, y el lunes nos dijeron que la nena tenía muerte cerebral y estaba en estado vegetativo, y nos preguntaron si queríamos donar los órganos".
Desde el área de Pediatría del Hospital explicaron que a Luciana le realizaron todo lo posible para salvarla, pues estaba en muy mal estado de salud. Aseguraron que la pequeña tenía problemas para respirar y por ello le efectuaron una traqueotomía, y que durante la madrugada estaba al cuidado de su madre, quien se habría quedado dormida, y en un mal movimiento la niña se quitó el respirador artificial. Afirman que la asistieron, pero su débil estado de salud ocasionó un paro respiratorio que agravó su problema.
Los profesionales consultados indicaron que en la historia clínica de la pequeña están claramente detallados sus problemas de salud, incluso que nació prematura, y que siempre fue atendida en forma correcta por los médicos.
Ojeda se niega a aceptar el diagnóstico fatal y asegura que su nieta tiene sensaciones y reacciones al tacto. Pidió que la trasladen a un centro de mayor complejidad, como el Garrahan de Buenos Aires, y ante la negativa de las autoridades del Hospital denunció los hechos ante el fiscal Marcos Burgos, y el juez de Instrucción Martín Lozada ordenó fotocopiar la historia clínica de la menor.
Ayer Ojeda trataba de solicitar una acción de amparo, asistido por el abogado Omar Costa, pero se enteraron de la resolución que ordena que la Cámara Civil realice un sorteo de magistrados, contrariando lo normado por el artículo 43 de la Constitución provincial.