Volver al endeudamiento bancario es regresar a la dimensión más incierta y temeraria.

La Nación suspendió -por dos años- el límite fijado por la ley de Responsabilidad Fiscal, que consistía en prohibir nuevos créditos a las provincias. Ayer Río Negro retomó ese camino.

Aquella cláusula nacional había cerrado el atajo que constituían para los préstamos bancarios, un buen negocio ajeno por sus altas tasas y segura cobrabilidad.

Nación -peligrosamente- reabrió ese canal porque sabe de las complicaciones provinciales, tanto como de sus limitaciones para ayudarlas.

La norma sancionada ayer no establece montos. Esa maniobra quedó para el Poder Ejecutivo.

La única expectativa de la ley radica en una eventual refinanciación de Nación. Pero eso apenas es un simple posibilidad, mientras que el endeudamiento bancario -en los hechos- ya es una cruda realidad.

ADRIÁN PECOLLO
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