SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Bariloche es la ciudad rionegrina con mayor incidencia de síndrome urémico hemolítico y, paradójicamente, la normativa vigente permite el transporte de carnes sin refrigeración dentro del radio urbano.
La ordenanza 90-I-79, aún vigente, permite la habilitación de vehículos "térmicos sin refrigeración" para el transporte de carnes en "corta distancia", categoría que contempla recorridos de hasta 50 kilómetros.
La vieja norma que regula la habilitación de transportes de alimentos fue sancionada el 22 de junio de 1979 y publicada 2 meses después en el Boletín Oficial. En el artículo 4°, referido a los "vehículos habilitados en forma permanente", el inciso 4.4.a establece que el transporte de carnes "se hará en vehículo térmico, cerrado al exterior, a excepción de los orificios en ventilación necesaria" que deberán estar "cubiertos interiormente en material impermeable" aprobado por Bromatología.
También se aclara que "cuando se trata de vehículos que deban recorrer mediana (hasta 10 kilómetros) y larga distancias deberán poseer equipo refrigerador" mientras que "los vehículos para transporte de carne dentro del ejido bastará que posean medios aislantes de la temperatura externa".
En el caso de las "tripas frescas" se fijan idénticas condiciones y sólo se prevé su acondicionamiento en "recipientes impermeables cerrados", prohibiendo el transporte a granel.
También los productos lácteos, las aves faenadas, los productos de pesca y las grasas envasadas y chacinados se pueden transportar en bajo más mismas condiciones dentro del ejido urbano. Por olvido o descuido la ordenanza sigue vigente pese a las contradicciones que plantea con las prevenciones adoptadas para combatir las enfermedades de transmisión alimentaria.
En el encuentro interdisciplinario que se realiza en esta ciudad, la jefa del Departamento de Vigilancia Alimentaria, Silvana Di Pietro, destacó la importancia de fortalecer los controles del síndrome urémico hemolítico en la provincia porque "tenemos alta incidencia en Viedma y Bariloche".
El taller organizado por el ministerio de Salud rionegrino para la vigilancia del síndrome urémico hemolítico está dirigido al personal sanitario y cooperan de la Organización Panamericana de la Salud, el Anmat y el Instituto de Enfermedades Infecciosas.