El rionegrino Fernando Chironi figura en los planes del futuro presidente de la UCR, Ernesto Sanz, para integrar el Comité Nacional, informaron fuentes partidarias de primer rango. Como se sabe, vía la liturgia que desde su nacimiento hace casi 120 años hace de su Convención, el sábado 4 Sanz, al borde de los 53, mendocino, abogado y ferviente boquense, asumirá como titular de la UCR.
-"Nano" aún no tiene silla en la mesa nacional, pero Sanz está jugado a que la tenga -se dijo anoche en una confitería cercana al Comité Nacional, Hipólito Yrigoyen 1786. Blindados por sus colaboradores, Sanz y Chironi mantienen silencio. Una fuente dio razones de tanto mutis por el foro.
-El partido llega a la Convención desde lastimaduras muy profundas entre quienes se peronizaron y hoy, arrepentidos, vuelven a la casita de los viejos y los radicales que defendieron el partido y junto al brasero esperaron mejores tiempos. Si queremos juntarnos, hay que cuidar gestos, palabras?
Este escenario fue -según medios partidarios- acertadamente definido días atrás por "Coti" Nosiglia: "La Convención debe ser un gran minué: sonrisas, pasos elegantes y suaves".
Dos son -siempre a juzgar por las fuentes- las razones que Sanz esgrime para integrar a Chironi al Comité Nacional:
? La sólida relación que forjaron durante la gestión de Néstor Kirchner, el mendocino como líder del bloque de senadores de la UCR y el rionegrino como titular del bloque en la cámara baja. "Denunciamos el estilo autoritario con que estaba siendo gobernado el país y enfrentamos con argumentos firmes y fundados las iniciativas parlamentarias de Kirchner destinadas a más autoritarismo. Kirchner odia a ´Nano´. Lo retiró del protocolo de la Presidencia y dijo que era una vergüenza para Río Negro que fuera diputado nacional", suele recordar Sanz.
? El mendocino y otros legisladores integrantes de los "mohicanos" que resistieron la peronización del partido destacan la lucha de Chironi contra ese proceso en la UCR rionegrina. "No lo pudo evitar, pero lideró un grupo muy digno", dice Sanz.
Un radicalismo al que -como lo señala Tulio Halperín Donghi- siempre le encantó "mecerse en glorias pasadas".
CARLOS TORRENGO
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