Se repitió la historia del debut en Picún Leufú y Los Gigantes del Sur cayeron ante Boca en el tie break. Otra vez fue un jueves "fatídico", como ocurrió ante Rosario.
Anoche, el equipo Xeneize lo dio vuelta de manera increíble y ganó 3-2 con parciales de 20-25, 20-25, 26-24, 25-19 y 15-9, por la séptima fecha de la Liga Argentina de voley.
Ante un buen marco de público, la noche arranque tranquila para el sexteto de Alejandro Grossi. Con un rendimiento muy parejo y puntos repartidos, el local marcó claras diferencias y en menos de una hora lograron un doble 25-20.
Con Martín Hernández como abanderado y una buena tarea del tridente Javier Dantas-Luis Gorosito-Jerónimo Bidegain, todos los caminos conducían a la segunda victoria consecutiva en el Municipal.
Sin embargo la historia cambió. Mariano Gustiniano encontró su socio ideal en un ex Gigantes, Juan Pablo Hatrick, y a partir de ahí llegó la reacción. El dueño de casa pudo liquidarlo 3-0, porque el tercer parcial fue muy parejo, pero los de Marcelo Gigantes se mostraron más efectivos y pegaron en el momento justo.
El cuarto tuvo dominio visitante, que llegó arriba a los descansos y el público empezó a sospechar "lo peor". Boca marcó tal diferencia que no sólo alcanzó al empate, sino que además aprovechó el envión para el tie break.
El Xeneize se puso 8-5 y cuando el tablero marcó 13-8 se terminó el partido. La visita lo cerró sin problemas y logró un gran resultado lejos de casa.
Para Gigantes, un desaprobado como local y revancha mañana, ante un agrandado SOS, que dio el golpe en Trelew.