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	"Le tocó a mi señora pero le puede tocar a cualquiera", dijo el marido de la docente asesinada.

BUENOS AIRES.- La detención de dos jóvenes sospechosos por el crimen de la maestra Sandra Almirón (37), asesinada antenoche durante un robo en la localidad bonaerense de Derqui, no parece suficiente para aquietar la conmoción que generó el hecho.

Los detenidos ayer, uno menor de edad, se acusaron entre sí a la hora de ser aprehendidos. El mayor de ellos, de 19 años, habría actuado en complicidad con un adolescente de 15 para interceptar y balear a la maestra durante el intento de robo de su auto, pero la policía sigue tras la pista de un tercer partícipe, al parecer también menor de edad.

Ambos fueron apresados ayer por la tarde en allanamientos realizados en Derqui, partido de Pilar. Los datos aportados por un vigilador privado que los vio "merodear" cerca de la escena del crimen antes del homicidio permitieron la identificación y localización de los jóvenes. Los procedimientos continuaban anoche en busca del arma homicida y del tercer sospechoso.

El crimen ocurrió las 20.15 del miércoles cuando Almirón llegaba a su casa a bordo de su Chevrolet Corsa. Al momento que abría el portón los delincuentes se le acercaron y la amenazaron con armas para robarle el auto. "Uno de los delincuentes le disparó un balazo en la espalda. No sabemos si fue porque la mujer pretendió resistirse, porque quiso escapar, porque se le escapó el tiro, o si fue porque sí", indicó ayer a la prensa un jefe policial de la Bonaerense. Si bien la docente fue llevada inmediatamente al Hospital Austral por un vecino, murió antes de que pudiera ser atendida por los médicos. Ese vecino, justamente, es clave porque fue quien vio la huida de los delincuentes abordo del Corsa, el cual fue encontrado 40 minutos después estacionado en la plaza central de José C. Paz, a una cuadra de la comisaría de esa zona.

Seis huellas dactilares encontraron los policías científicos en el rodado, las que serán comparadas con las de los dos jóvenes sospechosos detenidos ayer. La cinta de la cámara de seguridad de una clínica ubicada frente a la plaza donde apareció el coche podría servir para cerrar el círculo de la investigación.

La autopsia reveló que Almirón fue asesinada de un disparo con un revólver calibre 38. Sus restos fueron velados ayer, desde las 16.20, ante sus familiares, amigos, alumnos, compañeros de trabajo y hasta el intendente de Pilar, Humberto Zuccaro. El marido de la víctima, Walter García, hizo dolorosas declaraciones y afirmó que "le tocó a mi señora, pero le puede tocar a cualquiera". Pidió "a la Presidenta y al Gobernador que hagan algo, porque ellos tienen hijos y a ellos también les puede tocar". Ayer fue convocado por Cristina Fernández a una audiencia en la Casa Rosada para la próxima semana y el gobernador bonaerense Daniel Scioli dijo que el hecho "es una desgracia que nos conmovió a todos".