25 DE MAYO (ACA).- Ayer se inició un encuentro de trabajo entre autoridades de Cultura del gobierno de La Pampa, científicos y representantes de comunidades originarias para definir el camino a seguir respecto de los restos óseos humanos hallados en el 2006 en un campo de la empresa "Bahía Solano". Hoy se firmaría un documento -si se llega a un acuerdo- sobre cuál será la política a seguir sobre los chenques que las comunidades consideran propios.
Ayer se reunieron en la municipalidad de 25 de Mayo Ricardo Pollo, representante de la empresa "Bahía Solano"; los representantes de los ranqueles, Germán Canuhe y Diana Oliva; el lonko Flavio Zúñiga y el inan lonko Fernando Arce, por la organización Nación Mapuche; el intendente, David Bravo; el subsecretario de Cultura de La Pampa, Ángel Aimeta; María Inés Produje y Lía Pera, del departamento de investigaciones culturales de esa subsecretaría; Ana Aguerre, arqueóloga del Conicet y la UBA, y Asunción Bordach y Osvaldo Mendonca, bioarqueólogos de la Universidad de Río Cuarto.
Compartieron un almuerzo y por la tarde iniciaron las actividades que completaron con una visita al sector del hallazgo. "Nosotros hicimos el salvataje de esos restos que estaban en un médano vivo, sacando lo que quedó expuesto con riesgo de deterioro. Se puso en manos de especialistas para su análisis y hoy vamos a compartir el informe científico. Luego trabajaremos en conjunto hasta llegar a un acuerdo y decidir qué hacer con el lugar", explicaron desde el departamento de investigaciones culturales.
Por su parte Zúñiga dijo que las comunidades originarias ya tienen una postura tomada. "Si somos conocidos como preexistentes a la organización nacional argentina, es obvio que se tienen que respetar nuestras costumbres con los restos de nuestros antepasados. Hemos venido a escuchar el informe, nos interesa conocer lo que dice la ciencia, pero los restos no son un objeto, son seres humanos, antepasados nuestros, y eso va a más allá de cualquier análisis. El lugar no puede convertirse en un paseo turístico ni en nada para la visita pública, porque son restos que descansan. A nadie se le ocurriría que hagan turismo mostrándole los huesos o la tumba de su mamá o de su abuelo", explicó.
Para hoy se espera elaborar un documento que las partes se comprometan a respetar y que indique el camino a seguir ante futuros hallazgos.