La justicia suiza autorizó el jueves liberar a Roman Polanski, pero el cineasta franco-polaco debe pasar al menos una noche más en la cárcel a la espera del sistema electrónico de vigilancia que deberá llevar durante su arresto domiciliario en la lujosa estación turística de Gstaad, en los Alpes suizos.

"Polanski, detenido con vistas a una extradición, será liberado en cuanto las medidas sustitutivas pronunciadas por el Tribunal Penal Federal (TPF) hayan sido aplicadas", indicó el ministerio en un comunicado.

EL TPF de Bellinzone, sur de Suiza, decidió el miércoles liberar a Polanski bajo fianza de 3 millones de euros (3,5 millones de dólares), arresto domiciliario en su chalet de Gstaad y uso de un brazalete electrónico de vigilancia.

Polanski está detenido en Suiza desde el 26 de septiembre pasado a pedido de Estados Unidos, que solicitó su extradición para ser juzgado por haber mantenido relaciones sexuales con una menor hace 32 años. "La liberación no es para hoy", declaró a la AFP el portavoz del ministerio de Justicia, Folco Galli, quien no pudo precisar "cuánto tiempo llevará la organización de las medidas" ordenadas por el TPF. "La liberación tendrá lugar cuando se haya entregado la fianza, que los documentos de identidad hayan sido depositados y que la vigilancia electrónica haya sido instalada y probada", agregó el portavoz.

Polanski, 76 años, será el primer detenido bajo mandato de extradición que use el brazalete electrónico, según juristas citados por la prensa helvética. Por esa razón, las autoridades suizas quieren tomar todas las precauciones necesarias tanto más cuanto que el tribunal de Bellinzone indicó que los riesgos de fuga de Polanski eran "elevados". El brazalete electrónico del cineasta se limitará a confirmar su presencia en el chalet, pero no permitirá seguir su rastro en el caso en que decidiera huir, señalaron especialistas.

El sistema se compone de un emisor del tamaño de una caja de cerillas, ajustado al tobillo, y de un receptor instalado en el domicilio de la persona, explicó el portavoz de la empresa de vigilancia Securitas, proveedor de la administración suiza. Si la persona sale de su domicilio o intenta manipular el emisor, se pone en marcha una alarma en una central de vigilancia que transmite la información a las autoridades, dijo el portavoz de Securitas.

Polanski permanecerá en su chalet de Gstaad hasta tanto la justicia suiza se expida sobre la demanda de extradición de Estados Unidos, donde corre el riesgo de ser condenado a dos años de cárcel por haber mantenido relaciones sexuales con una menor de 13 años en 1977. El próximo 10 de diciembre, ante un tribunal de apelación de Los Angeles, los abogados de Polanski van a pedir el sebreseimiento de su cliente. bur-at/dro.zm/lmm.

AFP