El máximo jefe militar de Alemania y un viceministro de Defensa renunciaron hoy por no haber suministrado adecuadamente información al gobierno sobre un bombardeo en Afganistán en septiembre en el que murieron civiles.

Las renuncias, anunciadas en el Parlamento por el nuevo ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, llegaron después de que un diario alemán afirmara que se retuvo información sobre el bombardeo, ordenado por un coronel alemán el 4 de septiembre.

El jefe del estado mayor general Wolfgang Schneiderhan "se liberó de sus obligaciones por pedido propio", dijo zu Guttenberg, y agregó que el viceministro de Defensa Peter Wichert, quien ya estaba en su cargo el día del bombardeo, también dimitió.

El diario Bild publicó hoy tomas de lo que afirmó son videos militares confidenciales que muestran que el coronel que ordenó el bombardeo no pudo haber ignorado la presencia de civiles en el lugar del bombardeo, informó la agencia de noticias alemana DPA.

Sin embargo, el general Schneiderhan dijo el 31 de octubre que el coronel que pidió el ataque aéreo había actuado de total conformidad con las reglas de enfrentamiento de la OTAN.

El periódico de circulación masiva agregó que los videos estaban en manos de autoridades alemanas en momentos en que el entonces ministro de Defensa, Franz Josef Jung, insistía en que no había evidencias de víctimas civiles.

Bild afirmó asimismo que un informe confidencial elaborado por la policía militar alemana tampoco fue presentado al gobierno.

El coronel alemán solicitó a aviones de la OTAN que bombardearan dos camiones cisterna que habían sido capturados por combatientes talibanes cerca de Kunduz, en el norte de Afganistán, por temor a que pudieran ser usados para ataques.

Una comisión nombrada por el gobierno afgano concluyó que 30 civiles y 69 talibanes murieron en el bombardeo.

Unos 100.000 soldados de Estados Unidos y de la OTAN se hallan en Afganistán en el noveno año de una guerra cada vez más encarnizada contra el ex gobernante movimiento integrista talibán.

El contingente de Alemania, con 4.300 soldados, es el tercero entre los más numerosos, detrás del estadounidense y el británico.

Un total de 36 soldados murieron hasta ahora en la misión, que según encuestas es rechazada por una mayoría de los alemanes.

Télam.-