NEUQUÉN (AN).- Si Salta cantara, se llamaría Melania Pérez. Toda una vida sembrando los aromas y colores de su tierra natal por toda la geografía argentina. Su carrera se afianzó a fuerza de puro talento, pero su vida de entrecasa también tuvo mucho que ver con lo que hoy significa esta cantante de tonada alegre. Estuvo casada con Icho Vaca, fue íntima amiga de Cuchi Leguizamón, Miguel Ángel Pérez y Manuel J. Castilla, todos pesos pesados del folclore norteño.

Las guitarreadas, fogones y peñas junto a esos grandes cantores y compositores, cuando Melania era aún una joven descubridora del mundo, le fueron perfilando un sello artístico propio que hoy la posiciona como "la voz de Salta", aunque a ella le incomoda que la "llamen así". "Es demasiado, me parece que me falta mucho por hacer", confiesa y aclara.

Melania es de esas profesionales que canta con la voz pero también con las entrañas, porque cree que esa es la única manera de evocar con respeto y devoción la tierra y el sentir del hombre que la trabaja.

La cantante salteña decidió desembarcar en la zona para regalar algunas zambas, bagualas y tonadas. Presentará su espectáculo "Cantos del alma" mañana en el Centro Cultural de Cipolletti; el sábado en Casa de la Cultura de Roca y el domingo en el Aula Magna de Neuquén. Todos recitales se realizarán a las 22.

Melania vendrá acompañada de Walter Veras en guitarra, Agustín Barbieri en percusión y Graciela Merelas en coros y accesorios.

Interpretará un repertorio cuidadosamente elegido, "que si bien no es muy aclamado por los grandes públicos, sí tiene que ver con la esencia del hombre del norte y que habla del paisaje y el compromiso de la gente con su tierra", adelantó la salteña.

La cantante llegó unos días antes a la región para disfrutar antes del trabajo, de los frescos olores patagónicos y se reservó unos minutos para hablar con "Río Negro".

La pregunta obligada debía ser ¿de dónde viene esa particular emoción que aparece en la voz y en el cuerpo cuando interpreta un tema de algún compositor de su Salta natal? Y Melania no duda en responder con claridad y precisión.

"Yo he tenido la suerte de conocer a los autores, a los poetas, de compartir noches y salidas, y de conocer el espíritu de ellos; conocer ese lineamiento que ellos tienen: un profundo respeto por lo que hacen. Eso es lo que a mí me hace amar la canción que ellos hacen", dijo Melania.

Mirando hacia atrás en la carrera de esta folclorista uno se encuentra con varios hitos, desde recitales con grandes cantautores hasta importantes premios. Melania rescata dos nombres muy significativos en su historial: Voces blancas y Dúo Herencia.

Cuando tenía 17 años formó el grupo Voces Blancas. "Ahí comenzó todo. De esa experiencia aprendí el desarrollo auditivo y el esmero por elegir el repertorio", recordó. Luego vino el dúo Herencia, que integró con su marido Icho Vaca. "Fue el momento en el que logré mi madurez profesional y personal y logró enamorarme de los poetas salteños", agregó.

Con esos recuerdos y aprendizajes que se cargan de por vida, Melania ahora viaja por el país recordando la poesía del norte.