En una entrevista televisiva, el venezolano Guido Antonini Wilson, el hombre que intentó ingresar al país ilegalmente una valija con 800.000 dólares en 2007, ratificó que el dinero "era para la campaña presidencial" de Cristina Kirchner. Sin embargo, no fue claro en su explicación sobre los motivos de su visita al país y en la Casa Rosada.

Fue en una conversación telefónica con el programa de canal 26 "Le doy mi palabra", conducido por el periodista Alfredo Leuco.

En diálogo con Leuco, Pepe Eliaschev y Juan Cruz Sanz el empresario venezolano no pudo develar el motivo que lo trajo al país excepto "un negocio de tuberías" y más precisamente a Casa de Gobierno como demuestra un video entregado por canal 7 a la justicia. "No sé para que fui a la Casa Rosada. Fue todo muy extraño", señaló Wilson.

Allí, Antonini sostuvo que "La valija era para la campaña presidencial" y era de (Claudio) Uberti, el ex titular del Occovi y mano derecha del ministro de Planificación, Julio de Vido.

Con Uberti, Antonini Wilson compartió el jet pagado por la empresa estatal de energía Enarsa, en agosto de 2007. "Yo supuse que era de Uberti y él me dijo que la manejaba el Presidente. El me dijo tantas mentiras.... Yo me baso en lo que me dijo en Miami. Uberti me envió saludos de parte del presidente Kirchner: ´Te bancaremos hasta la muerte porque te portaste muy bien´, relató ayer Antonini Wilson en el diálogo telefónico.

Y acerca de las imágenes que muestran al Ministro de Planificación Julio de Vido junto a él, lo reconoció, pero dijo no entender si el trato fue afectuoso de parte del funcionario. "De Vido me palmeó el hombro pero no se que quiso decirme", sostuvo.

Por otra parte, el empresario ratificó que no hubo solamente una maleta en aquel viaje sino que hubo otra con 4,2 millones de dólares que habría "pasado" el control de la policía de Seguridad Aeroportuaria.

Antonini negó además ser agente del presidente venezolano Hugo Chávez ni de los Estados Unido ni del gobierno argentino y develó en calidad de que viajó a la Argentina. "No soy agente de Chávez, ni de EE. UU. ni trabajo para el gobierno argentino. Subí al avión en calidad de comerciante que hace negocios con gente de Venezuela, me interesaba un negocio de 7.000 kilómetros de cañería", afirmó.

Además, como reflejó ayer este diario, el venezolano descartó la posibilidad de entregarse a la Justicia argentina por "falta de garantías". "No tengo ningún tipo de garantías. Si todo el mundo juzgó que el dinero era mío, con mucho gusto declararía en EE. UU. Creo en Argentina y en los argentinos, pero si los que están en el poder dicen de mí lo que se les da la gana... qué garantía tengo si la gente que está en la máxima instancia del poder político dice que soy un mequetrefe, un mentiroso y ya me sentenció", sostuvo.