Estaba cantado que Pablo Saladino convocó a una reunión de pilotos para renunciar a la presidencia del TC Neuquino. Antenoche cumplió con su palabra y se fue, cansado de las críticas y el poco reconocimiento a su gestión. La posta la tomó Hugo Echavarri y un grupo de colaboradores de las diferencias categorías, con el desafío de organizar el 13 de diciembre la última prueba del certamen en Centenario.

Saladino se cansó de las críticas, más que nada de los que en un primer momento lo acompañaron en su gestión y dio un paso al costado.

Antes, en la reunión realizada en la Casa del Deporte neuquino, presentó el balance, le contestó a los que lo criticaban y se fue.

Con una prueba por delante para terminar el certamen, Echevarri volvió a asumir la presidencia del TC Neuquino, después de casi cuatro años. Estará acompañado por pilotos de todas las categorías.

Su objetivo es organizar la última prueba, el 13 de diciembre en Centenario, y después gestionar la normalización de la categoría.

"Me cansaron con las críticas, hablando a espaldas de uno, la mayoría de las veces sin razón. Por eso, decidí dar un paso al costado. Presenté los números y me fui", reconoció Saladino.

Mientras, Echavarri destacó que "armamos un grupo donde todos están representados".

El primer gran desafío será organizar, algo que antes se encargaba Saladino, la última prueba del certamen, programada para el 13 de diciembre en Centenario.