NEUQUÉN (AN).- Gimena Tatiana Salazar (18), la joven de Centenario cuyo cadáver fue hallado en la barda el 21 de agosto pasado, ya estaba muerta cuando la llevaron al sitio donde la encontraron. Así lo confirmaron los estudios anatomo-patológicos que en las últimas horas recibió el juez de la causa, Mauricio Zabala.
Por otra parte, se confirmó que según el análisis bioquímico la joven tenía 5,8 gramos de alcohol por litro de sangre. Para tener una referencia, 0,50 gramos es el máximo permitido para los conductores de automóviles. Gimena murió de un coma alcohólico, según la autopsia.
La justicia busca a un hombre conocido como "Chucky" Pieroni, quien estuvo con la víctima la noche de su muerte y sería uno de los dos que trasladaron el cadáver en moto hasta la barda.
Fuentes judiciales informaron ayer que la fiscalía de Sandra González Taboada realizó numerosos allanamientos en Centenario, Vista Alegre, Neuquén capital, Rincón de los Sauces y hasta en Chile, siguiendo diversas pistas pero hasta ahora no pudieron atraparlo.
"Chucky" está acusado, en forma provisoria, de haber mantenido relaciones sexuales con Gimena sin el consentimiento de la joven.
De acuerdo con la información reunida hasta ahora por los investigadores, el 12 de agosto la víctima, una amiga y tres jóvenes se reunieron en la casa de Pieroni a jugar a las cartas. Allí practicaron lo que se conoce como "fondo blanco": el que perdía una mano en la partida de truco debía beber hasta vaciarlo un vaso con tequila u otra bebida blanca.
También, siempre según los testigos, algunos de los presentes consumieron cocaína. No fue el caso de Gimena, en cuyo cuerpo no encontraron restos de droga.
Por la abundante ingesta alcohólica, la chica se descompuso y se recostó sobre un colchón. Su amiga se fue con uno de los jóvenes, y en esa ocasión "Chucky" aprovechó para abusar de ella.
Después, agregaron las fuentes consultadas por este diario, "Chucky" y el otro joven que estaba en la casa se dieron cuenta de que Gimena no tenía signos vitales. No llamaron al hospital ni a la policía sino que cargaron el cuerpo y lo llevaron hasta una zona apartada de la barda.
Un taxista los vio cuando iban en la moto, y le llamó la atención que la joven estaba como desmayada y arrastraba los pies sobre el camino. En efecto, las zapatillas de Gimena estaban completamente desgastadas en la punta cuando la encontraron.